Una de las grandes frustraciones de la vida es no poder congelar momentos irrepetibles. En esta exposición nuestro deseo es atrapar esos instantes.

He comprobado que, en el mundo de las corridas de toros, jamás podremos encontrar un soporte que nos regale esos instantes, las imágenes animadas, lejos de conseguirlo, nos pone en cuestión aquello que nos deslumbró, por el contrario, la fotografía se presta a conseguir ese cometido siendo fundamental tener el ojo en conexión con el alma, entonces, se puede producir el milagro.

Esta muestra presenta instantes complementarios de la corrida, apareciendo una estética más cercana a la puesta en escena de una coreografía fundamental para el desarrollo del espectáculo.

Torografías se presenta en un soporte rígido de aluminio e impresas digitalmente en blanco ... y negro las diez fotografías.

Sus formatos van del 100 x 100 cm, 100 x 66 cm, 177 x 66 cm al 130 x 66 cm.