El Centro de las Artes de Sevilla (CAS), que hace tres meses que abrió al público en el sevillano Monasterio de San Jerónimo, ha sufrido su primera crisis. Junto al escaso éxito de público -algunos días no ha llegado a tener 10 visitantes-, un rifirrafe de declaraciones entre su hasta ahora director, el artista conceptual sevillano Pedro G. Romero, y el delegado municipal de Cultura, Juan Carlos Marset, ha dejado al centro sin director y sin actividades hasta el próximo año. Mientras Romero denuncia que no se le ha dado el presupuesto asignado (770.000 Euros), el Ayuntamiento señala que, incluso, ha aumentado en 100.000 Euros la partida inicialmente comprometida, que no eran sino 300.000. Según declaraciones a Diario de Sevilla, Marset señala que "probablemente, la dirección recaiga en un equipo o titular gestor con un perfil más institucional", asumiendo el posible error en la designación. En el mejor de los casos, habrá que esperar hasta principios de 2007 para que el CAS vuelva a estar en funcionamiento. "En todo caso, la viabilidad y futuro del CAS está garantizado ya que es una apuesta del Ayuntamiento de Sevilla", recalca Marset.