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Veinticuatro cineastas de distintas generaciones, principiantes y consagrados, fueron el objeto a fotografiar por Óscar Lucien en 24 cuadros por segundo. El proyecto se originó hace más de un año en el taller de Retratos que Lucien tomó con el fotógrafo Ricardo Peña en RMTF, sin embargo, se trata de un trabajo aún en desarrollo: Su intención es hacer un completo registro fotográfico de cineastas venezolanos, como una manera de 'contribuir a constituir una memoria de la cultura de nuestro país. De hecho, algunas de mis películas tienen que ver con esto'.

Pese a que, hasta ahora, la obra de Lucien había sido como realizador, en su opinión, ambos medios, cine y fotografía, tienen relación. 'Para mi hacer una fotografía, y el verbo que uso es relevante, está bastante separado de la idea de hacer un registro. Siempre hay una opinión, una creación de una realidad. Hacer una fotografía es tan difícil como hacer una película. La única ventaja con la fotografía es que, eventualmente, puedes hacerla solo'.

La experiencia de Óscar Lucien como realizador también fue determinante en la aproximación y criterio al seleccionar las personas a retratar. Primero comenzó con sus allegados, luego, siguió con quienes tenía alguna relación o, simplemente, atendieron su solicitud. La experiencia, en ocasiones, significó 'un estupendo reencuentro con colegas que no veo a menudo. La situación, muy variable, con todos las complejidades de hacer un retrato, una relación que supone un pacto tácito, entre fotógrafo y fotografiado. Para algunos fue más fácil desprenderse de su rol protagónico detrás de cámara, otros me sorprendieron por su vulnerabilidad frente al lente, hubo hasta quien me ayudo a colocar unas luces. Pero en general absoluta cooperación con el proyecto, lo cual agradezco'.

La muestra que se presenta en el Ateneo de Caracas contó con la curaduría de Ricardo Peña, cuyo respaldo ha sido clave para Lucien -con esta serie calificó como finalista en el concurso Beca Senior del EFTI, una de las instituciones más prestigiosas de España-.

Óscar Lucien es cineasta, con Doctorado en Ciencias de la Comunicación y de la Información. Director de los largometrajes Piel (1998) y Un sueño en el abismo (1991), y de los documentales Jóvito Villalba. El verbo hecho política (2008), Carlos Cruz-Diez, La vida en el color (2006), Mariano Picón Salas. Buscando el camino (2001) y El espacio interior de Carlos Raúl Villanueva (2000), entre otros. Fue Presidente de la Cinemateca Nacional de Venezuela y Director del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) de la Universidad Central de Venezuela. Es miembro fundador de la Asociación Civil Ciudadanía Activa y autor del libro Cerco rojo a la libertad de expresión (2011). Actualmente dicta el taller Narrar con imágenes en RMTF.