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La cultura del patinaje o skateboarding en la ciudad de México ha persistido como deporte extremo y estilo de vida desde hace más de cuatro décadas. La apropiación del espacio urbano proviene del movimiento que se creó en la costa oeste ... de los Estados Unidos en los años sesenta y que a su vez, tuvo su origen en la cultura del surfing.

A finales de la década de los setenta, hicieron su aparición los primeros skaters mexicanos y empresarios interesados en construir las primeras pistas o skateparks en la ciudad. Ellos abrieron espacios idóneos para esta disciplina y específicamente para el patinaje vertical o de medio tubo. A principios de los ochenta y cuando apenas comenzaba a generarse una comunidad entre los jóvenes mexicanos, el skate en el mundo, entró en recesión y se reactivó nuevamente al término de la misma década. En México, patinadores como César Delgado 'Jay' y Raúl de la Vega, abrieron JaySkate (1987), la primera tienda con productos relacionados al deporte. Posteriormente, surgieron Re:Skate (1990), la única publicación que desde sus páginas informó y promocionó a nuevos talentos -la cual se mantiene sólo en Internet- y JSK8, la naciente marca de tablas diseñadas por mexicanos.

Durante los años noventa y en la última década, el patinaje se convirtió en una de las expresiones más vivas y radicales de la cultura de la calle, así como en una creciente industria en el país. En la actualidad, este escenario de desplazamientos poéticos, irreverentes y trucos espectaculares involucra ampliamente los territorios de la arquitectura, la fotografía y el cine documental, la música, el arte gráfico, el diseño de ropa y accesorios, la promoción y gestión del deporte, conformando toda una forma de pensamiento y acción concatenada.

7 capas, son el número de partes de madera que conforman la estructura interna de una patineta. La dificultad que implica para los patinadores domar una tabla y hacer suyos los espacios citadinos, posiciona al patinaje como una práctica cultural que rompe con la institucionalización permanente del espacio público.