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En las abstracciones de la obra de Buissa descubrimos la belleza íntima que se encuentra en los detalles más pequeños del arte presente en la naturaleza. Es una expresión de la belleza que yace en la brevedad de la transición entre el nacimiento y el término de la vida. Constituye tanto la alegría como la melancolía que conlleva la vida humana, sugiriendo unas cualidades tales como la impermanencia, la humildad, asimetría y la imperfección.

Sus obras son metáforas entre la interacción que existe entre la juventud y la vejez, la belleza y la fealdad, vida y la muerte. Parecen describir las características físicas de los objetos de formas sobrias y sencillas que transmiten una sensación de impermanencia. El espectador parece elevarse hacia unas nuevas alturas, buscando encontrar un sereno equilibrio entre su ... pasión por vivir y el ineludible vacío que le espera.

Observamos también en la obra de la artista es la conexión intima con la naturaleza mediante el uso de elementos orgánicos, tales como madera, tierras, cementos, fibras y café, ya tratados e inertes. La decadencia física o el desgaste natural de los materiales usados no quitan al objeto el menor atractivo visual sino todo lo contrario. Buissa acepta y procura usar esta transformación como parte esencial del conjunto. La obra parece pues evolucionar de una forma natural y espontánea, y sus formas asimétricas e irregulares surgen de las propiedades físicas de los materiales utilizados. Sus texturas, formadas por superficies rugosas y desiguales parecen entregarse a las leyes universales, dotando a las obras de la belleza inherente en cada detalle o imperfección.