Arquitecto entregado al mundo del arte
Con “AFECTOS ECUESTRES”, Juan Niubó rememora la fascinación que los equinos le suscitaban de pequeño.
Recuerdos que son volcados en imágenes semejantes a esas antiguas fotografías teñidas de sepia y de melancolía, mostrando sus afectos, reunidos en familias o expectantes y solitarios.
De los animales domesticados, el caballo es la más noble conquista, porque está ligado al hombre, como montura, vehículo o alimento, en un vínculo indisociable. No en vano, la simbología en torno a él, es una de las más extensas. A través de la historia, la literatura, las artes y el mito.
Además su carácter social y gregario, los asemeja, en términos generales, con nosotros. Y con la pandemia han tomado dimensiones extrañas. Sin embargo, “Su visión nos atrapa cuando aparecen en nuestra cotidianeidad. Porque siguen encarnando una idea de libertad, de fortaleza, y de esperanza. Quién dudaría de su poder...sanador en la equinoterapia, mejorando la calidad de vida de las personas, y aunque la ciencia nos confirme su pura animalidad, no podemos evitar humanizarles.
Texto Cintia Garcia @cin_garcia_artist
Entrada actualizada el el 12 sep de 2021
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