Podemos hacer muchas pruebas que demuestren nuestro desconocimiento del continente africano. Podemos intentar dibujar su mapa, decir el nombre de las capitales, podemos probar a nombrarlas montañas más altas o mejor aún, podemos ordenarlos países según su nivel de pobreza, hacer una lista con las regiones más afectadas por el VIH, crear un histórico de masacres, dictaduras, guerras... ¿Qué nos avergüenza más no saber? ¿Los nombres de las ciudades, pueblos, aldeas ola dura situación de sus habitantes que se ven obligados a huir de sus países de origen?

Sin duda, existe un África muy diferente a la de los safaris y los catálogos de viajes, un África queso choca contra nuestras costas todos los días. No se trata de conocer la orografía, las costumbres y tradiciones africanas, sino de hacemos cargo de nuestra propia ... realidad como puerta de Europa. Saber cuál es la diferencia exacta entre un cayuco, una patera y una zodiac, cuántos inmigrantes caben en cada una, cuales son los riesgos de cruzar el estrecho con esas embarcaciones, cual es el equipaje necesario para emprender el viaje, cómo evitar la hipotermia, qué hacer al desembarcar, que sucede si la Guardia Civil te descubre... Ignorar el fenómeno de la inmigración de alguna manera es ignoramos a nosotros mismos. Sabemos que es un acontecimiento tan frecuente que los periódicos y la televisión se limitan a tratado de manera rutinaria, simplemente para dejar constancia de los datos y las cifras de ocupantes y para no obviar la labor constante de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y la Cruz Roja.

Paloma G. Dolor (Almagro, Ciudad Real, 1982) es una de esos artistas que sienten el arte como instrumento de cambio. Existe un olvido continuo de la dramática situación en el Estrecho, un olvido proporcional a la distancia que nos separa de él y Paloma G. Dotor recurre al arte, a la creación, para trasladar la tragedia al lugar donde no debería olvidarse. La intención última es incidir en el comportamiento para cambiado, una pretensión realmente ambiciosa. ¿Por qué elegir el arte y no la política? ¿Por qué trabajar con lo que no está en contacto directo con el problema?

El arte de Paloma G. Dolor se constituye como intermediario entre los inmigrantes y los que habitamos sus paises de destino, un intermediario directo entre su sentir y el nuestro, sin burocracia, relaciones diplomáticas, medios de comunicación, ni 'terceros' que puedan manipular la interpretación. Las obras de Dolor son sencillamente invitaciones a pensar, Tal y como Mona Hatoum describe su trabajo: Primero sentimos físicamente las obras y tras ese choque inicial surgen las ideas, las asociaciones, las preguntas'; esa sensación es exactamente lo que nos ocurre al confrontar las creaciones de Paloma en esta exposición. Ese 9olpe inicial a nuestra mirada más tarde nos obliga a realizar un examen de conciencia con el objetivo de preguntamos ¿qué actitud tenemos frente a un tema tan traumático como la inmigración en nuestras costas? Esa sutil línea de reflexión es a la que la artista apela con sus obras. Aborda desde la geografía de la conciencia la cuestión de la incertidumbre que genera el fenómeno de la inmigración en nuestro país.

En esta muestra la artista trabaja sobre la preocupación por la pérdida de valores humanitarios y para ello recurre en ocasiones a la silueta del mapa de África. Ese contorno perfila una tierra víctima de cientos de particiones y por ello su perfil se convierte en un icono del problema social. Paloma trabaja con instalación, vídeo y fotografía. Usando como medio ésta última nos conduce a asistir como observadores de algunas de las escenas del complejo tema dala inmigración, de cómo es la vida de los inmigrantes una vez que han llegado al destino que perseguían o de los paisajes de las costas gaditanas, donde se muestran las rocas sobre las que rompen las olas en la idílica playa de Zahara de los Atunes, la verdadera geografía de la urgencia.

Paloma G. Dotor concibe el arte como denuncia, como despertar del sueño sereno y ajeno al dolor y sufrimiento de todo un continente. Poner ante nuestros ojos la silueta de África significa forzamos a escuchar nuestra conciencia de culpa. Ninguno de nosotros duda ya en afirmar, y mucho menos tras entraren la era de lo global, que todo está conectado. No dudamos ni un instante en la certeza de esta afirmación, pero si rechazamos la responsabilidad que entraña. Una responsabilidad que no somos capaces de asumir por haber perdido la capacidad de conmoción. Para salir de nuestro desconocimiento social Paloma G. Dolor nos pide a través de su trabajo que recuperemos el respeto por la vida y por los seres humanos. Nos pide que miremos con ojos nuevos una realidad ya muy viciada por las imágenes que de ella se nos muestran y que volvamos nuevamente a sentir el enorme lamento que ellas traslucen.