Se trata de una instalación sonora inspirada en la poética del Tero. Con base en transductores de sonido a chapas galvanizadas convertidas en parlantes, se escucha una composición utilizando vocalizaciones y eventos musicales del pájaro. Estas chapas a la vez, son la superficie que recibe proyecciones de videoarte trabajadas dentro de este concepto. El nombre del proyecto proviene de la voluntad de aunar parte de la denominación del metal que configura la materia prima amplificadora del sonido: el aluminio (Al 13 en la tabla periódica), con el nombre del ave cuyo canto es la inspiración de las composiciones presentadas: el TERO.