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Alberto Ràfols-Casamada es hijo del también pintor Albert Ràfols. En su infancia comenzó a dibujar. Tras abandonar la carrera de arquitecto en 1948, fue alumno de la Academia Tàrrega, donde conoció a la que había de ser su esposa, la pintora María Girona. Anteriormente, formó parte del grupo Els Vuit con el que expuso por primera vez en Barcelona en 1946.

Celebró su primera muestra individual en la galería Pictoria de Barcelona en 1947. Tres años más tarde, se trasladó a Francia con una beca ... del gobierno francés, donde permaneció hasta 1954. Las obras de este periodo deben mucho al cubismo, pero aún no son totalmente abstractas. Su evolución hacia una abstracción caracterizada por el juego del color y la creación de una cierta estructura geométrica hasta finales de los años cincuenta y principio de los sesenta, fecha en la que introdujo cierta austeridad cromática con predominio de los blancos coincidiendo con la aparición de sus primeros collages. De vuelta a Barcelona, la geometrización de la realidad se aplica a una serie de bodegones que van perdiendo lentamente los puntos de contacto con el referente real para convertirse en puros rectángulos de color. Su abstracción procede de un proceso de síntesis.

Las telas producidas entre los años 1959 y 1963 culminan el proceso de abstracción iniciado en los bodegones y paisajes y se inscriben en el momento del informalismo español con una personalidad propia. A partir de 1963 incorpora en su arte el collage, que nunca abandonará. El color se personaliza ahora en una gama que privilegia los azules, los blancos, grises y negros, alternándolos con sienas. Comparar el arte de Ràfols con la música de cámara no se debe a la elección de sus formatos, pues son variados y bastante grandes para un artista europeo. Entre los años 80 y 90 se adentra en estos formatos más grandes. Técnicamente revela cambios significativos: su gama de colores se amplia a tonos más oscuros y a otros, antes no utilizados, como los verdes. Su elección estética sigue la de Rothko: sugerir estados anímicos a través del color.

Desde los años cincuenta expone individualmente, y con cierta asiduidad, en Barcelona, Madrid, Santander, Buenos Aires, Cadaqués, Girona, México, París, Nueva York, etc. Con más de ochenta exposiciones personales en su haber, ha participado, también, en importantes muestras colectivas como “Vanguardia artística y realidad social” en la Bienal de Venecia de 1976, “Maestros de la pintura española de hoy” en el Museo de Arte Moderno de México, 1974, “Le Siècle de Picasso” en el Museo d’Art Moderne de la Ville de Paris, 1987, “Naturalezas españolas 1940-1987”, Centro de Arte Reina Sofia, 1988, etc. Entre sus numerosas distinciones hay que destacar el Premio Nacional de Artes Plásticas, 1980, la Cruz de San Jordi, 1983 y el título de Chevalier des Ordres des Arts et des Lettres en 1985.

La producción artística de Ràfols Casamada, no se circunscribe sólo al ámbito de la pintura, sino que de forma natural se ramifica en un diálogo fecundo con la vida y con las otras artes. Junto a su pintura, el collage y los objetos, su obra incluye la realización de vidrieras, decorados de teatro y obra gráfica. Desde 1961 ha realizado una importante labor docente como profesor y director de las escuelas Elisava y Eina de Barcelona, dedicadas especialmente al diseño gráfico. A partir de 1980 entró a formar parte del patronato de la Fundació Miró. Es autor de algunos libros de poemas como Notes Nocturnes, (1976), Territori de Temps, (1979), Angle de Llum, (1984), Els colors de les pedres, (1989) y del ensayo Sobre pintura (1985) donde se recoge una valiosa reflexión crítica y personal sobre el arte, la cultura y la vida.