Esta exposición presenta una instalación de la artista Ruth Morán, compuesta por un conjunto de piezas cerámicas junto a una serie de pinturas en tela y papel. Su obra se caracteriza por un rechazo a la lógica de la representación, al mismo tiempo que idea y percibe su creación, como un proceso que demanda un tiempo de visión y comprensión. Del mismo modo, sus trabajos parten de una estructura inicial que hacen uso del orden, la repetición y la variación, a través del azar y la improvisación. Las pinturas y dibujos de la artista, a menudo, presentan cuadrículas o retículas como elemento ordenador del espacio y el soporte. Son piezas en su mayoría planas, monocromas, seriales, que huyen de la iconicidad y son el resultado de estudios, experiencias e investigaciones donde el espacio, el ritmo y el tiempo son fundamentales.