Muy versátil en la utilización de materiales (metal, en baquelita, en madera, en barro, en piedra, en hierro, en mármol…) en Lleida presenta obras realizadas en, hierro pintado, mármol blanco, negro y rosa, metacrilato, metal pintado, acero inoxidable.

Las piezas expuestas son una selección de diferentes épocas de una trayectoria de más de 50 años, dónde el visitante y/o coleccionista podrá ver piezas que van des de los años 1964 al año 1985 con títulos tan sugestivos como : La unitat de la llengua, Principi de la carícia o Homenatge a Brancusi, entre d'altres. También se mostrará una pieza casi inédita, puesto que si bien consta en el catalogo reciente realizado por el IVAM de Valencia, no se había mostrado nunca al públic ya que Andreu Alfaro la guardaba en su colección particular. El titulo de esta pieza és "25 anys ... de pau…?", realizada en el año 1964 i enm hierro.

Así mismo, también se incluye una escultura de su obra má conocida, Las generatrices.

Andreu Alfaro, se ha implicado personalmente en la selección de las obras y en el montaje de la exposición ya que este artista cree que el trabajo de un escultor "no acaba en el taller".

Este artista, uno de los miembros más importantes del grupo Parpalló, se ha convertido en uno de los referentes de la escultura a nivel internacional. Además, Alfaro se ha mostrado como un artista comprometido con la sociedad en que vive a través de la defensa de ideas de democracia, libertad y el sentir de la ciudadanía, ideales que son una constante en sus obras. Así mismo, Alfaro siempre ha mostrado una gran capacidad seguir su propio camino al margen de las tendencias.

De Andreu Alfaro, artista de proyección internacional, hay que destacar la gran diversidad de sus orientaciones y su capacidad de trabajar con materiales muy diferentes. A pesar de eso, siempre ha mantenido algunas concepciones básicas como: por una parte la asimilación en la creación artística de la metodología de los procesos y materiales industriales, y por el otro que a través de la escultura se pueden simbolizar actitudes o argumentos colectivos. Dicha diversidad de materiales se puede relacionar con los diversos caracteres de su obra, abstracto, geométrico o el figurativo estilizado.

Su trayectoria artística se inicia, a mediados de los años cincuenta, como dibujante y pintor. Ya entonces se evidenció una característica que ha conservado hasta ahora, su compromiso con el espacio y con los materiales, pero de manera muy especial con su tiempo, al que a se acerca desde el homenaje a personalidades de la escultura del pasado, cosa que implica interpretar el presente sin renunciar al pasado, a la memoria histórica y a la tradición.

Sus primeras exposiciones individuales fueron los años 1957 y 1958. Ya en sus primeras esculturas de 1958 se destaca su compromiso con la experimentación formal que lo acerca a la escultura de herencia constructivista que en aquel momento imperaba en Europa. En el año 1959 se integra en el grupo Parpalló, del cual fue un miembro muy activo contribuyendo en su reorientación ideológica hacia un arte analítico llamado, en aquel momento, nomativismo.

Hasta mediados de los sesenta trabaja en lata y alambre, varitas y planchas laminadas de uso industrial, con las que compone formas geométricas donde el espacio forma parte de las obras. A mediados de los sesenta dejó de hacer obras de plancha metálica e inició una nueva etapa donde un riguroso orden formal y sencillez lo relacionan con el minimalismo. De todas maneras, su originalidad radica en la dimensión simbólica de sus composiciones, en las que son frecuentes los homenajes a grandes escritores y artistas ya desaparecidos. También es ahora cuando Alfaro realiza piezas de madera, enfrentándose con la materia en cuanto masa.

La producción de los setenta está marcada por la popularidad que tuvo la realización de las Generatrices, esculturas realizadas a partir de una sucesión de barras o varitas de metal en función de una ley matemática. Estas formas ofrecían una gran riqueza de perspectivas y se mostraron idóneos para espacios públicos. Esta etapa, influida por las técnicas industriales, lo llevó a investigaciones más en la línea del arte cinético y del concepto de movimiento.

Su obra experimenta un giro importante a los años ochenta, cuando se percibe un delicado equilibrio entre la abstracción experimental anterior y la figuración. Estas obras, hechas en mármol y hierro principalmente, recuperan la noción de masa escultórica, y, a su incuestionable sencillez formal, se une una vocación para replantearse los problemas no tan de peso, volumen y textura como los relativos al contorno de los objetos y a la idea de totalidad.