En el arte parece que se ha, no solo asumido, si no consagrado la fórmula de que “vale todo”, pero no. Cada tendencia de procedimiento se muestra tan celosa de sí misma, que en el mejor de los casos tratará con indiferencia lo que se sale de su directriz. Son sabidas las controversias, incluso, las descalificaciones que mantiene entre sí; pintores, digitales, instalacionistas, abstractos, figurativos, etc. De esta guisa un artista conceptual no puede, por ejemplo, hacer acuarelitas.
Pues es esto lo que ha realizado Antoni Flan en su última serie “Clandestino”, de forma que, lo que para muchos, eso sería una forma aberrante o traicionera a la consagración de la trayectoria, el autor ha descubierto como poner de relieve tanto la hipocresía de la ocultación de nuestros pequeños o grandes secretos, que no pocos arrastramos, así como reivindicar que todas las herramientas que procuran las artes plásticas son susceptibles de...ser utilizadas si son empleadas con el criterio creador, y al margen del “qué dirán”.
Antoni Flan, se formó como diseñador industrial y empezó a realizar foto-instalaciones en el año 2002, con su obra “busca presencias”. Sus trabajos se han visto en la galería Catarsis, y ahora en Art Room, así como en la Feria de Estocolmo en 2004, en el evento “Que Fresas” en 2006. En Arte Sumergido de Oviedo en 2008, o en la Feria de Arévalo en 2011 con su instalación "la ley del embudo”.
Entrada actualizada el el 02 sep de 2016
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