Antonio Campillo es un reconocido escultor que recibió en dos ocasiones (1953 y 1970) el prestigioso 'Premio Nacional Salzillo de Escultura'. Su vida transcurrió entre Murcia, Madrid, Córdoba y, en los últimos años, Ceutí. En esta última localidad murciana se inauguró en 2003 el Museo Antonio Campillo en un edificio del siglo XIX, donde se expone permanentemente la mayor colección de su obra.

En 1965 gana por oposición la plaza de profesor de Término de Modelado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Córdoba. De nuevo por oposición logra la misma plaza en la Escuela de Artes y Oficios de la Palma en Madrid, donde trabaja como profesor de modelado de la Escuela de Artes y Oficios y abre allí su estudio.

La exposición que llevará a cabo el Centro de Arte Museo de Almería es la primera gran retrospectiva que se hace de Antonio Campillo tras su muerte, ocurrida el pasado mes de mayo. En ella podrán contemplarse 64 esculturas de temática religiosa y profana, realizadas en los materiales que con más frecuencia utilizó: madera, bronce, barro y escayola. Asimismo se incluyen una serie de dibujos realizados al carboncillo y al grafito, que servían como bocetos previos a la realización de las esculturas.

La obra de Antonio Campillo se deja descubrir por cada mirada, ya que es el observador de su obra quien la completa con su imaginación y la finaliza en su mente.. En su trabajo en bronce pervive la huella del modelado y las superficies inacabadas que buscan dejar constancia del proceso creador. Su modernidad está en la forma abocetada, en los rasgos de líneas tenues y en el carácter distante de toda su obra, alejada y sin compromisos. Su estilo es eminentemente sensual y mediterráneo, infundiendo a sus realizaciones unos caracteres que lo adscriben a los cultivadores del postimpresionismo.