NOTA: LA EXPOSICIÓN HA SIDO ANUNCIADA PARA EL VERANO SIN CONCRETAR LAS FECHAS.
Esta exposición quiere mostrar el trabajo de salvaguarda y ordenación que la Generalitat de Catalunya emprendió, de forma urgente, en el verano de 1936, cuando la sublevación fascista provocó una explosión de violencia revolucionaria sin precedentes que afectó al patrimonio artístico y arquitectónico del país. La muestra quiere también ser un reconocimiento al papel fundamental que tuvieron en la protección del patrimonio personas como Joan Subias, Joan Bardolet o Miquel Joseph i Mayol, y muy especialmente Joaquim Folch i Torres, una figura imprescindible para entender todo el sistema museístico y patrimonial catalán, que fue el impulsor decisivo y primer director del Museu d’Art de Catalunya, y que sufrió la depuración y represión posterior a la guerra.
Las urgencias del verano de 1936 pudieron ser gestionadas gracias a que, desde 1934, el gobierno catalán había puesto en marcha unas políticas...de salvaguarda y ordenación del patrimonio cultural como no habían existido nunca antes, con la creación de los grandes museos del país (el Museu d’Art de Catalunya y el Museu d’Arqueologia de Catalunya) y con una política cultural bien definida.
La exposición se centra en los años 1936-1939, pero se inicia con el despliegue de estos primeros trabajos de intervención y ordenación. A partir del verano de 1936 se realiza una intervención intensiva sobre el patrimonio de todo el territorio catalán (y de la Franja, con el salvamento de piezas artísticas de Roda de Isábena o Sijena, por ejemplo), que implicaba diversas acciones prácticamente simultáneas: salvar y salvaguardar, concentrar en depósitos y museos, clasificar, ordenar, restaurar, identificar, etc., hasta llegar a desarrollar propuestas expositivas y museísticas que iban más allá de las necesidades de la propaganda republicana y catalanista. El ejemplo más claro fue la Exposición de Arte Medieval catalán en Paris.
Controlada la situación y con las políticas patrimoniales de salvaguarda y ordenación en marcha, el paso siguiente fue preservar el patrimonio de la agresión franquista y de los bombardeos de la aviación fascista italo-española. De aquí la necesidad de evacuar por razones de seguridad los grandes museos de Barcelona y algunos de los depósitos y concentraciones en otros lugares del territorio.
La salvaguarda, por tanto, fue pensada y puesta en práctica porque el fascismo español, con el apoyo de la Italia mussoliniana y la Alemania nazi, había lanzado una agresión militar que abría las puertas a todo tipo de violencias, primero la revolucionaria y anticlerical, después los bombardeos sobre poblaciones civiles y objetivos no militares por parte de los fascistas.
¡Arte en peligro! Combinará diferentes elementos expositivos: obras originales, documentación primaria, listados, expedientes de depuración, catálogos y volúmenes bibliográficos, fotografías, materiales de hemeroteca, filmaciones, cartografía, carteles, etc.
Destaca la potencia visual de las fotografías que se conservan de aquellos traslados y movimientos, un verdadero tesoro que permite ver en qué condiciones tuvieron que trabajar los responsables y los técnicos para poder salvaguardar y poner en orden el patrimonio artístico de Catalunya. Todo este material permitirá al espectador conocer un sorprendente episodio histórico.