Esta exposición invita a todos los públicos a experimentar con obras creadas por artistas que utilizan robots que son cada vez más inteligentes. Treinta obras nos dan acceso al mundo virtual inmersivo e interactivo, a la experiencia sensible del cuerpo aumentado, el espacio y el tiempo invertidos.   En una sociedad cada vez más maquinal, los artistas están más interesados ​​en los robots a medida que la inteligencia artificial está sacudiendo las vidas de los humanos e incluso la condición de la obra de arte. producción, su exhibición, su difusión, su conservación, su recepción.   En este juego peligroso, tienen una larga experiencia: desde las cuevas prehistóricas, los artistas sabían cómo jugar su entorno técnico. Su trabajo es aún más sorprendente porque tienen un software cada vez más potente a su servicio, lo que le da al trabajo más y más autonomía, una capacidad para generar infinitas formas e interactividad. que cambia el juego constantemente.