Su primer contacto con Asia fue al norte de Tailandia en el año 1998, donde visitó los poblados indígenas de la zona. Desde entonces ha vuelto en repetidas ocasiones a ese continente atraído por el espíritu asiático, fascinado por la amabilidad y hospitalidad de la India, la fuerza de superación de la gente de Sri Lanka, y la eterna sonrisa de Tailandia.

La India es uno de los países que más ha atraído a Jesús, siendo el que más ha visitado en Asia, recorriendo el sur desde Tamil Nadu a Kerala, y el norte desde Rajasthan a Uttar Pradesh, visitando las ciudades santas de Benares, Alahabad y Puskar en busca de los 'Sadhus' (Hombres santos que dedican la mayor parte del tiempo a la meditación), con los cuales intenta pasar el mayor tiempo posible para poder captar esa mirada sincera ... que cada uno de nosotros llevamos dentro. Se puede decir que no solamente ha fotografiado la India sino que también ha conseguido captar el sentido oculto, la esencia mágica y el carácter peculiar de un pueblo milenario, lleno de leyendas y misterios.

Con estos viajes consigue expresar la dulzura y el encanto de oriente captando a la perfección esa expresión infinita con un sentimiento de paz tan realista, que sus fotografías parecen tener vida. Se podría incluso afirmar que podemos ver el karma de sus gentes, un concepto inexplicable en occidente, pero muy presente en estos países.