...El humor gráfico es decisivo en estas pinturas, que cuentan con textos que explican a la vez que perturban el discurso coherente de la pintura tradicional. Estas obras atentan contra sí mismas y es entonces cuando parecen comulgar con nuestro cínico pensamiento contemporáneo, henchido de tradición banal y estúpida novedad, adjetivos intercambiables que, posiblemente, se queden cortos en su tarea descriptiva.

Los nacionalismos, la publicidad, la convivencia de los puntos de vista antagónicos, la crítica, la política de la mala leche... Éste es el material que se recrea en la tela y que, para el espectador, cuadro tras cuadro, ofrece una moraleja evidente del sentido común, mientras reclama una sonrisa.

Atentado ecológico, atentado terrorista, atentado contra el sentido común? ¿Se echaría en falta quizás algo más de sangre y seriedad para tratar el ... tema del atentado?...

Fuente de inspiración inagotable, ese lado de la realidad más indigesta le parece al autor el elemento clave de los debates públicos y privados más amenos y conciliadores, en la medida en que contribuye a dilucidar a qué se debe tanto desacuerdo.