Antes de alcanzar la fama como pintor cubista, José Victoriano González se inicia en el mundo del arte con la aportación de más de un centenar de dibujos para las páginas de numerosas publicaciones, fundamentalmente españolas y francesas. Ya en 1904, con tan solo 17 años y utilizando el seudónimo que lo acompañaría durante toda su vida artística -Juan Gris-, mostró su faceta de ilustrador en la revista 'Papel de Estraza'.

Su pasión por la obra gráfica y su íntima relación con el mundo de la literatura, en especial con la francesa, la generación del 27 y la vanguardia latinoamericana, hizo que el artista desarrollase esta faceta hasta casi los últimos días de su vida.

Es precisamente gracias a esta pasión por lo que hoy podemos disfrutar de uno de sus trabajos más bellos, la publicación 'Au soleil du plafond'. Enmarcada en el periodo central de la ... obra grisiana, en la etapa de su edad madura, el libro es una muestra del paso de los matices simbolistas del artista al Gris cubista.

Este periodo -1914 a 1918- de extrema precariedad material y de gran agitación social, con el telón de la I Guerra Mundial de fondo, coincide con los máximos logros del pintor y con una etapa prodigiosa dentro de la producción del artista, centrada en esos momentos en el bodegón.

En el año 1910, ya instalado en París, Juan Gris conoce a Pierre Reverdy a través de Max Jacob. Desde ese momento, la admiración continuada por parte del poeta del ascetismo hacia la obra del artista no hace más que empezar. En enero de 1916, Léonce Rosenberg, marchante de Gris en aquella época, los reúne para realizar 'Au soleil du plafond' libro de artista que permite contemplar al más esencial de los poetas cubistas y al máximo exponente plástico de este movimiento en un mismo proyecto.

Sus caminos artísticos ya se habían unido previamente en el verano de 1915 a través de la ópera prima del escritor 'Poèmes en prose', publicada en octubre de ese año, y lo seguirían haciendo en ocasiones posteriores como en 'La guitare endormie', en 1919. Sin embargo, la colaboración entre los dos vecinos del célebre Bateau Lavoir parisino en la publicación 'Au soleil du plafond' es, sin duda, una de las más completas.