En la práctica del arte contemporáneo, la sombra no es solo el resultado de bloquear una fuente de luz, es también el resultado de desbloquear la percepción del espectador a través de la interpretación. Aunque haga sombra, busca explorar las posibilidades de la escultura como una forma de arte en constante evolución que nos permite llegar a espacios maleables de reflexión.
Tiempo, espacio, sonido, error y memoria, son algunos de los conceptos de experimentación plástica a través de los cuales once artistas, con diversos estilos y medios, nos invitan a recorrer esta exposición de paredes limpias donde la sombra es el punto de partida para cuestionar nuestra percepción de la escultura contemporánea y su significado actual.
Finalmente, se plantea un diálogo entre la práctica contemporánea y sus pares escultóricos modernos con el objetivo de conceptualizar las obras de artistas contemporáneos junto a elementos familiares e históricos.
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Metáfora y simbolismo
Los artistas usan metáforas para...representar conceptos o ideas abstractas a través de formas físicas. La obra Letras Muertas de Pablo Mora, encapsula la sensación de escepticismo y penumbra hacia la ley. En No hay paisaje sin quién mire II, Manuela Ribadeneira evoca al ser andino y su relación con la montaña-sombra. En Óbice, de María José Arjona, un cuerpo que no está presente se convierte en una sombra que es, a su vez, ausencia para hablar del valor poético de lo inmaterial. Por su parte, Señal I, de Fernando Pinto, enseña símbolos lingüísticos que se hacen volumen para cuestionar lo que hemos aprendido. Estos son ejemplos de exploraciones plásticas que pueden evocar un camino de emociones y asociaciones simbólicas.
Efectos emocionales y atmosféricos
Desafiar la percepción de los espectadores es otra forma de construcción plástica. Liliana García, con un sencillo elemento, Pocillo borde I, nos confronta con la realidad de un objeto cuyo uso práctico es tan irreal e imposible de asir, como la sombra misma. O tal vez sea Trasformador de Adrián Gaitán, la que nos haga dudar sobre nuestra propia percepción de seguridad, y si esta la encontraremos en la luz o en la sombra; y Juan Fernando Herrán, con sus Anexos, nos desafíe a descubrir un mundo precario que busca su funcionalidad en la forma misma.
Narrativa y narración
Las esculturas narrativas pueden contar historias que evocan sensaciones de asombro e imaginación. En Tiempo perdido II, Glenda León nos recuerda cómo el tiempo puede verse como una sombra proyectada por el movimiento de eventos y experiencias. Por su parte, Mateo López, en Árbol portátil II, nos invita a hacer parte de un mundo lúdico que estimula la imaginación en donde la sombra es generada por nosotros mismos.
Experiencias interactivas e inmersivas
Si bien es difícil imaginar el video como una solución plástica escultórica, en Versión Libre Clemencia Echeverri desdibuja los límites entre la obra de arte y el espectador al impedirle acercarse al testimonio de desmovilizados del conflicto armado, siempre mediante un juego de aparición y desaparición; es decir, mediante la luz y la sombra que somos.
Modernismo
Esta sala propone el diálogo entre épocas artísticas invitando al visitante a conceptualizar las obras contemporáneas en conjunto con elementos familiares e históricos. Los artistas presentes; Feliza Bursztyn, Eduardo Ramírez Villamizar, Carlos Rojas y Edgar Negret representan solo una fracción de la diversa gama de estilos y enfoques que la riqueza del modernismo de nuestra región ofrece. Sus obras, presentadas en diálogo con las piezas de Ricardo Cárdenas, nos abren la opción de una intersección de formas orgánicas y geométricas que crean un lenguaje visual único.
Entrada actualizada el el 24 jul de 2023
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