"Aurelia Immortal" es el título de la exposición de Javier Viver, una producción del Museo Universidad de Navarra que se inaugurará el próximo 26 de abril
Una investigación científica china sobre el ciclo vital de la medusa Aurelia, que se autoregenera y nunca muere, sirve al autor para abordar el transhumanismo y la aspiración a la inmortalidad que comparten el hombre, el arte, la ciencia y la religión
A finales de 2015, el estudiante chino de biología marina He Jinru publicó en Plos One un artículo sobre las sorprendentes propiedades de la medusa Aurelia, capaz de alcanzar la inmortalidad biológica, hecho que generó la publicación de numerosas noticias en los medios de comunicación internacionales en 2016. El descubrimiento inspiró al escultor, fotógrafo y diseñador Javier Viver para plantear una narración que oscila entre la documentación científica y la ficción.
La historia de Aurelia Immortal se cuenta desde el año 2046, en un futuro...en el que los avances de la biotecnología habrán permitido desarrollar una especie transhumana, cuya vida se prolongará indefinidamente. Para trasladar al espectador a esa época futura, Viver utiliza varios soportes: imágenes microscópicas de las medusas reproducidas a gran escala, fotografías de esos cuerpos inmortales del futuro, dibujos, un video que aportará la sonorización al espacio y un fotolibro, reproducido en sala en formato escultórico, monumental. Aparecen también imágenes de los restos de humanos y animales encontrados en las ruinas de Pompeya -pertenecientes a la Colección del Museo Universidad de Navarra-, donde se albergan esculturas sin autor, que reflejan el intento de los artistas de realizar una obra perdurable en el tiempo. Javier Viver piensa que la ciencia y el arte se enfrentan a la muerte con métodos diversos.
Se plantean así muchas cuestiones sobre la perdurabilidad del ser humano, la naturaleza, el arte, la ciencia y la religión. En Aurelia Immortal aparecen sintetizados algunos de los objetivos que persigue el transhumanismo, una ideología que considera una obligación moral mejorar la condición humana mediante la tecnología, trabajando en áreas como la generación de una forma superior de inteligencia, la eliminación del sufrimiento o la prolongación de la vida humana.
Pero Viver da un paso más acerca de los retos biotecnológicos de los que habla en su nuevo trabajo, pues no afectan solo a la ciencia y al arte, sino también a otros ámbitos fundamentales, como la religión. Así, se plantea si la solución a las aspiraciones humanas de inmortalidad puede ser una prolongación indefinida de la existencia natural o si la vida perdurable se encuentra en otro lugar, más allá de lo biológico. "De nada serviría ahora adelantar los acontecimientos", dice el narrador de Aurelia Immortal, que deja abierta la duda sobre el futuro. "En la indigencia y caducidad de la humanidad se encuentra su grandeza, su inmortalidad", concluye.
Imágenes de la Exposición
Javier Viver
Entrada actualizada el el 12 abr de 2017
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