La Galería Real de Castellón (plaza Real, 3) organiza una nueva exposición que protagoniza la castellonense Macu Escribano Martí. La muestra titulada 'Berlín' es un recorrido por escenarios y momentos capitales del periodo de unificación tras la caída del muro (1989) y sus inherentes connotaciones sociales para el pueblo alemán. La inauguración de la muestra tendrá lugar el próximo viernes 23 de marzo a las 20.00 horas.

Macu Escribano Martí es natural de Castellón de La Plana, aunque en la actualidad reside en Valencia. En esa ciudad se licenció por la Universidad Politécnica en Bellas Artes y obtuvo un máster en Educación Secundaria. Escribano no se prodiga en exposiciones, aunque sí ha participado en numerosas muestras colectivas organizadas por la UPV, así como en el congreso sobre la Educación de las Bellas Artes en el Ámbito Europeo. Esta exposición tiene ... mucho que ver con una estancia de cinco años en Alemania, tres de ellos en Potsdam y dos en Munich. La influencia de la cultura alemana en la artista es evidente en este conjunto de obras, sobre todo su estancia en Potsdam que se prolongó de 1996 a 1999. Sus contactos con la gente del oeste (wessis), pero sobre todo, del este (ossis) son el estímulo que impulsa este proyecto artístico.

La Galería Real acoge la que es su primera exposición dedicada en exclusiva a Berlín, aunque con anterioridad Escribano ha realizado otros proyectos con técnicas diversas, desde libros de artistas a litografías, serigrafías, monotipos y pintura acrílica, tanto sobre lienzo como sobre papel. La mayor parte de los trabajos que se exponen en Castellón son serigrafías, acrílicos, transferencias y litografías, técnicas empleadas en los talleres de la facultad de Bellas Artes. Escribano las eligió para lograr un efecto pop art y de cartelería muy adecuado para la temática que sigue. A diferencia del estilo norteamericano, frío y distante con los temas, en las obras de Escribano hay una implicación personal de la autora con el asunto y, especialmente, con sus protagonistas. Los temas se tratan, eso sí, de una manera amable, sin hurgar en la herida de la prolongada división de las dos alemanias ni mostrar los horrores. Por ejemplo, en la obra 'Barcode' (2008) la artista levanta su particular Puerta de Brandemburgo con un código de barras cuya numeración coincide con las fechas en las que se levantó el muro (13 de agosto de 1961) y cuando cayó (9 de noviembre de 1989). En los extremos un 2 (dos alemanias separadas) y un 1 para explicar la unificación. 'En mi obra he querido reflejar lo que supuso la separación del país pero de una manera desenfadada. Es cierto que los habitantes de Berlín, cuya ciudad quedó como una isla dentro de la República Democrática Alemana, lo vivieron de una manera especial. Los alemanes son un pueblo con una gran capacidad de superación. Este es mi particular homenaje a toda esa gente', señala la artista.