La artista María Domínguez revisita sus referencias infantiles – circos, espectáculos, ferias, teatros – y elige el universo circense, poblado de particulares estereotipos, para crear escenas que reinterpreten su imaginario.
Esas escenas, cosidas a través de personales claves narrativas, componen un corpus destilado de la mezcla y la hibridación, un pastiche discontinuo pero ceñido al relato donde el interés reside en la anti-técnica, en el anti-producto, en la oposición a la tradición de las calidades y cualidades plástico formales.
Mediante la instalación y la sobresaturación icónica, la artista nos ofrece lo absurdo, la ironía, lo onírico, el humor, el residuo, el desorden, la linealidad, lo grotesco, la ficción, el espanto, el monstruo, lo chocante, lo infantil, lo impostado, o el propio costumbrismo popular alejado de pretensiones intelectuales.
Su técnica no pretende ir más allá de la crudeza puesta de manifiesto en la ejecución directa. Su intención, jugando con los códigos propios de la...pintura y apoyándose en una estética Frankenstein, es una invitación a perder el equilibrio entre la realidad, la memoria y la imaginación.
Imágenes de la Exposición
Chica de las serpientes
Entrada actualizada el el 26 jun de 2021
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