Los paisajes inhóspitos, territorios en apariencia infértiles, dan cabida a innumerables criaturas adaptadas a unos ecosistemas surgidos por la penosa gestión humana de los residuos. Es, precisamente, la palabra “inhóspito” sobre la que se centra este proyecto fruto de la colaboración entre las hermanas Attua y Saelia Aparicio, quienes deciden sumergirse de lleno en la semiótica de los materiales, un conjunto de estructuras que insufla las distintas cualidades a los elementos que construyen la fisicidad de la realidad.
Cadena atrófica es un ecosistema que ha evolucionado debido a la presencia del plástico en los fondos oceánicos. En este nuevo paisaje abisal, se han construido formas de vida alternativas, nacidas de materiales conocidos como dañinos: plástico, cristal de uranio u otros materiales artificiales. Este imaginario, elaborado desde una alternativa absurda, permite cuestionar el discurso que se le otorga a los materiales, desvelando que sus propiedades inocuas o nocivas son lecturas externas derivadas...de la experiencia.
Adentrarnos en este recorrido planteado en la Caja Negra y Sala Nana (3ª planta) es sumergirnos en un paisaje improbable -pero no imposible-, de criaturas surgidas desde horror de la gestión de residuos. Formas de vida alternativas se abren camino, adaptándose a unos territorios que percibimos como alienígenas (conocemos más de la superficie de la luna, que de la profundidad de los océanos), pero pertenecen a lo escondido y remoto de nuestro planeta. Una nueva posibilidad de vida que se abre camino y existe debido a las nuevas posibilidades ofrecidas por los territorios inhóspitos.
Entrada actualizada el el 22 may de 2018
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