Son tres cajas negras colgadas en la pared, cada una de ellas tiene dos aberturas circulares con unas mangas, de forma que el observador no puede visualizar el interior, pero puede con los brazos y las manos acceder a su interior. Sobre las cajas, hay un pequeño texto describiendo el contenido de las imágenes. Las cajas contienen fragmentos de historias registradas a través de fotografías. El observador percibirá las informaciones de una manera inusual, trayendo a su universo cognitivo la capacidad de interpretación de una realidad utilizando principalmente el sentido táctil y la imaginación. La no utilización del sentido visual para tener acceso a las imágenes tiene la intención de sugerir sensaciones asociadas a la invidencia, como lo sienten las personas que por algún motivo han perdido la visión.