Sin armaduras ni trajes y lejos de héroes o dioses, nos rodean escudos protectores realizados a partir de cortinas de crochet, mantos bordados con antiguas pasamanerías e inclusive un estandarte elaborado con un viejo mantel. Strass, borlas, sogas, botones y cadenas. Alfombras, tapices y telas. Pintura, costura, bordado y aplicaciones. Toile de Jouy, ñandutí y aguayos. Contra la lógica tecno-heroica, las obras de Lía Porto (1968, Río Gallegos, Prov. de Santa Cruz) arropan con cuidado, entre pliegues y destellos dorados al cuerpo, a la mesa o a una cama.
Porto es una artista sumamente prolífica. Gran parte de la producción en las últimas décadas puede agruparse en series de pintura sobre tondos con paisajes en los cuales la flora y la fauna aparecen representadas a partir de un preciosismo meticuloso y donde la exuberancia, de carácter tropical, se contrapone curiosamente con el imaginario que se suele asociar al árido perfil de...una artista patagónica.
Si nos detenemos en el recorrido por el trabajo de Porto se puede observar cómo hacia el 2010 la serie Bordado anuncia un cambio. Allí, la forma circular propia del tondo se expande a la superficie, es decir, se desintegra el gesto plano de la pincelada y estalla en millones de micro puntos, que como las costuras básicas de un bordado, pasan a darle forma a la mayoría de las imágenes pintadas.
Los procesos de la artista son largos y laboriosos, es así que comenzado el 2020 con la serie Pintura con pliegues se disuelve el circulo propio del formato y de la estructura compositiva de sus obras anteriores. La geometría se abre a la irregularidad de lo informe tal como se descubre en trabajos como Telón o Manto, pero lo informe llega a un punto de inflexión con las piezas reunidas bajo el nombre Hibridaciones (2022). En ellas finalmente la pintura se diluye en el textil; las telas europeas se mezclan con otras de origen latinoamericano y lo propio se fusiona con lo universal.
Desde entonces la conformación de cada obra para la artista es parte de un ritual en el cual se mezclan materialidades y donde los símbolos y signos de distinto origen dan cuenta de la gran complejidad que implican los procesos históricos de hibridación sociocultural, tal como puede observarse en Maravilla americana (2021).
El repertorio del universo textil arma un sistema semántico en el cual por un lado las telas que dan vida a los trabajos huelen a infancia y las texturas incitan recuerdos de una casa patagónica habitada por cuatro hermanas, una madre y una abuela italiana que cocía y bordaba.
Las mujeres ocupan un lugar central en las batallas socio ambientales, unidas armamos a lo ancho y largo del planeta redes de lucha y colaboración. Las obras de Lía Porto son cápsulas de tiempo personales y son objetos sagrados; son campos magnéticos que nos unen, imantan. Nos recuerdan que las labores del cuidado permiten, aún en los tiempos actuales, el sostenimiento de la vida y de la resistencia.
Lara Marmor
Entrada actualizada el el 08 abr de 2024
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