En la obra artística de Carmen Selvas, siempre encuentro facetas y motivos que me permiten apreciar no tan sólo su estilo, sino también sus sentimientos por todo el que lo rodea. Si bien sus trabajos se caracterizan por una luz radiante, y una gama cromática vivaz, alegre y de tonalidades cálidas y muy mediterráneas, la temática de sus obras es diversa y llena de singulares matices que evidencian una clara pasión por el arte, y una sensibilidad exquisita para la creación de sus obras, de forma que vale la pena mantener una peculiar conversación mientras se las contempla.
En esta exposición se centró en la figuración. Son piezas amables, que emiten sensaciones muy cercanas, muy tiernas, basadas en caracteres académicos, a pesar de que se perfectamente visible su faceta de ilustradora. Su composición y estructura rehuye de los cánones estrictos tradicionales, para presentar personas, a buen seguro de su entorno,...que en un momento dado quiso pintar, como tarea y como recuerdo. Y lo hizo tal como ella las voz o las veía, desde una perspectiva real, pero atendiendo a unos criterios muy singulares, no exentos de idealización, pero a la vez haciendo notorio el deseo de dejar constancia.
Carmen Selvas es una artista que plasma con sentimiento el que pinta. Esta muestra es un reflejo de escenas cotidianas y de situaciones familiares, con un carácter íntimo y agradable, plenas encanto y afecte, y el siempre necesario toque de vivacidad y optimismo. Marta Teixidó (Crítico de arte)
Entrada actualizada el el 12 mar de 2017
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