En otros mundos, la sentencia “aquello que funciona no se toca” es un axioma que raramente se cuestiona y que, con frecuencia, en el mundo artístico conlleva sistemáticamente al hartazgo y a la mediocridad. Ese juicio simplemente, es definidor de quienes merecen la consideración de creadores, los que no lo admiten y quienes siguiéndolo se convierten en meros mercachifles de banalidades. Gordillo en eso, como en otras muchas cosas, es un paradigma, un modelo a seguir con muy pocos followers como ahora se dice. En él, se podría decir, es una constante vital, donde domina la idea de que “lo que ya está resuelto no es interesante” y por tanto en la mayoría de las ocasiones queda en un segundo plano magmático, del que, con suerte, se producirán mutaciones hacia nuevas posibilidades. Lo que decimos queda patente, tanto en la serie de Carmen, como en el tríptico Payseyes 2.
Junto a...las piezas citadas, en esta primera muestra de la Fundación Luis Gordillo, se podrá disfrutar también de una importante selección de su obra gráfica, que tan significativa es dentro de su creación y que en gran parte quedará en depósito en los fondos ligados a la Fundación. Las litografías realizadas para Grupo 15, la primera “serie seria”, como la llama el artista, son una sucesión de obras en las que ya de alguna forma encontramos al Gordillo encadenado, ese que nos lleva de un capítulo a otro hasta que ya no somos capaces de diferenciar cual es la parte y cual es el todo. Casi una década después realiza una de las series más densas e intrigantes, la serie Todos los hombres patata quieren a las mujeres patata, realizada en el taller de Don Herbert; estamos a finales de los ochenta pero en ella se mastican casi los dibujos informalistas de sus inicios. Hay más orden, más jerarquía pero subyace ese recuerdo de libertad que ya nos enseñó a disfrutar en los finales de los cincuenta. En el resto de las series aflora además el elemento lúdico de las variaciones sobre un mismo tema, la serie Celulario y la titulada Instantes y Manet S.A. son un claro ejemplo de ello. Tanto la primera, realizada a mediados de los noventa, como las dos últimas, ya del siglo XXI, nos acercan al Gordillo actual, al Gordillo digital del que también tenemos representación a través de su Payseyes 2.
Entrada actualizada el el 27 dic de 2019
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
