...Decimos huir. ¿De quién si nadie nos sabe?¿Sabemos nosotros? Aguardamos. Aún no hay disparo. ¿Somos diana o flecha? Decimos ser. ¿Quién mide la distancia entre el yo y el nosotros? Trazamos mapas. Hacemos de la latencia un estado. Nos escondemos de lo que aún no ha llegado. Para dar el salto más allá de nuestras fronteras. Hacia nosotros. Huir. Para salir. Para entrar. Valiente es que nadie lo sepa. Enraizarse y espigarse a solas. Balancear las pupilas y asirlas a un punto. Ser hilo y remiendo, tejiendo futuros imposibles. Hacer de cada espera una urgencia. Y ser, por fin, el punto en el que chocan dos trenes que aún no han partido...