La exposición Casa quemada es una reflexión sobre la muerte como límite constitutivo de la vida. La muerte es presentada como lo que da y priva de sentido a la vida.

En Casa quemada, el artista plástico Andrés Senra no sólo quiere hablar de la muerte física del individuo, sino que también me interesa abordar la muerte como catarsis y metáfora social, es decir, fin y principio de un nuevo mundo.

La obra se inspira en los momentos y lugares de la historia en los que se ha producido un estado de suspensión de la moral (guerras, campos de concentración), cuando el individuo es abandonado a su suerte y la sociedad o no es un lugar de protección o no existe. No hay utopía.

En la ... instalación confluyen distintas disciplinas desde el dibujo y la fotografía a la videocreación. En los dibujos y fotografías que componen la instalación el hombre es un lobo para el hombre: le da caza y se lo come (de manera literal). Así, cuatro de los dibujos, remiten al ritual de la matanza del cerdo en el que el cerdo es aquí el propio artista. Por otro lado, dos retratos reflexionan sobre el paso del tiempo, un vanitas que propone la consciencia de la muerte como característica constitutiva del hombre en tanto que animal racional. Las fotografías presentan un mundo donde lo que se resalta es la desolación total, la falta absoluta de esperanza, los restos humanos, es decir, la imposibilidad de salvación de la humanidad tras el curso de la historia; los personajes están en un espacio sin límites visuales, rodeados por la nada en lo que parece ser el suelo de un bosque, víctimas de una muerte aparentemente violenta, donde víctima y verdugo se confunden.

La obra en video de casa quemada plantea, por un lado, una visión de las instituciones artísticas y de poder (museos, obras sociales, ayuntamientos) como lugares donde el arte ha muerto, tanto por la descontextualización de la obra como por el peso de la institución. En este sentido la obra propone la destrucción del Reina Sofía, la sequía de la pared vegetal del Caixaforum y la quema de la bandera española del Ayuntamiento de Madrid.

Por otro lado las otras dos piezas en video presentan a Eros y Tánatos haciendo el amor y practicando un fist, empleando así estrategias conceptuales del barroco.