La exposición muestra los últimos trabajos de la artista cordobesa, afincada en Sevilla, que representa, sin lugar a dudas, uno de los ejemplos más interesantes dentro del panorama artístico de esta ciudad. Una serie de Naturalezas industriales y sus variaciones invaden esta vez la antigua cacharrería.

Las reflexiones parten de la delicada relación, y más en estos tiempos, entre naturaleza y ciudad industrial. Una mirada crítica e introspectiva que se materializa en panoramas desoladores, áridos y faltos de vida, resultado de nuestra absurda carrera hacía un progreso, que ya no lo es tanto. Estas ciudades fantasma, esqueletos de su propia condición, dejan ver con un lenguaje amable, el interés por domar y recuperar el valor de la propia naturaleza. Los efectos nocivos de nuestra obstinación llevan a esta artista a plasmar un espectáculo de deshecho, devastación y abandono.

... style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt">En este sentido, como metáfora de su propio quehacer, el aspecto más interesante reside en la elección de chapas de hierro como vehículo de expresión. Como ya hiciera en obras anteriores, esta joven pintora con manos de escultora, prefiere el tratamiento químico del hierro y explora las posibilidades estéticas de este material a través de la oxidación y la degradación con ácidos. De ahí se deriva una paleta casi monocroma, pero de gran fuerza expresiva. Una alegoría de la destrucción puede ser el mejor modo de evidenciar el error. La ironía y la unión de extremos imposibles definen principalmente la obra de Ana Olías que, de la mano de Suffix Arte, inicia una nueva aventura.