-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Bajo el epígrafe “Cerrar los ojos para ver” la fotógrafa granadina Yolanda Ferrer expone en la Galería Carmen Carrión dentro de la programación general de Foconorte. La galería sita en la Avenida Reina Victoria de Santander muestra una serie de fotografías en las que la autora granadina privilegia la emoción sobre la razón. Se trata de imágenes que implican una búsqueda interiorizada, “una experiencia completa en la que el cuerpo se desmaterializa para alcanzar la esencia, para vivir el verdadero conocimiento”, según explica Patricia Manrique, expresándose “a través de fotografías cuya abstracción es un aliento de vida y en las que la iluminación, desde las veladuras a las cajas de luces, anima al espectador a vivir una auténtica experiencia, la experiencia de lo Otro, de la verdad que se desvela, del misterio que habita en nuestro interior”.

El título ... de la exposición hace referencia a esa experiencia centrada en lo interior que cobra visibilidad a través de la fotografía, que constituye una personal interpretación de los poemas de Juan de la Cruz “Llama de amor viva” y “El pájaro solitario”. La autora utiliza gasas, veladuras, manchas sobrepuestas, fundidos de diversos colores y matices que, en palabras de Xulio Valcárcel, “obstaculizan y a la vez revelan la realidad escondida”, de manera que a veces sugieren alguna imagen apenas perceptible que parece diluirse en la atmósfera de bruma que inunda sus composiciones. En lo que respecta a las cajas de luz, la artista utiliza papel de algodón y pigmentos, fundiendo gamas cálidas y frías que de alguna manera traducen emoción y razón.

Antes de elegir la cámara fotográfica como instrumento de creación, Yolanda Ferrer emprende un largo recorrido vital en el que estudia y practica otras artes: dibujo, pintura, escultura y diseño. Se gradúa en la Escuela Oficial de Artes Aplicadas de Valencia en 1972 y completa su formación con cursos de arte en París e historia del arte en Florencia y, finalmente, Bellas Artes en Bilbao. Comienza a exponer a principios de los setenta en muestras de carácter colectivo, pero es a mediados de los ochenta cuando inicia su trayectoria de carácter individual, mostrando su trabajo en diversos centros expositivos de Galicia y Madrid. Su trabajo es parte de colecciones como la del Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa (MACUF) o la de Atlántica Centro de Arte de A Coruña, así como la Colección Caixanova de Vigo o las de los ayuntamientos de Córdoba y Ávila, entre otras. La exposición en la Galería Carmen Carrión constituye su primera comparecencia en solitario en Cantabria.