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Este ciclo de videoarte quiere provocar el diálogo entre la arquitectura y la historia de un espacio de época medieval y el arte actual. También es una invitación a acercar el arte contemporáneo a nuevos públicos y a enriquecer la percepción del patrimonio histórico en relación con creaciones artísticas del presente.

Asimismo, concebimos esta propuesta como una extensión de las actividades propias del Centre d'Art la Panera y el Consorci del Turó de la Seu Vella. En cuanto a La Panera, con este ciclo de videoarte ampliamos toda una serie de actividades que bajo el título La Panera en red consisten en llevar la programación del centro de arte fuera de su contenedor. En este sentido, se ha establecido una estrecha colaboración con la Facultad ... de Ciencias de la Educación de la UdL, con la que se ha puesto en marcha el ciclo expositivo Zona baja, que tiene lugar exclusivamente en el edificio de esta universidad. Ahora, con el programa De lo nuevo al antiguo iniciamos una nueva actividad que quiere reforzar el debate y el tejido cultural de la ciudad.

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Coagulate nos cuenta una historia insólita que usa el elemento del agua como protagonista principal, creando el concepto paradójico de la escultura líquida; el agua se coagula rompiendo las leyes de la física y representando una coreografía eterna. El artista trata los temas de un universo en mutación y de las percepciones modificadas mostrando las diferentes formas de la materia y comportándose de modo que deforma completamente las impresiones del espectador.

En esta secuencia de juego misterioso y abstracto, hombre y pez sirven de esculturas; son los últimos monumentos restantes, y éstos no funcionan de acuerdo con las leyes de la naturaleza tal y como las conocemos. El artista presenta un mundo invertido; el esturión y la anguila son, al parecer, capaces de sobrevivir en la atmósfera ya que se oye claramente el sonido de su respiración.

El ser humano, por otro lado, respira con la cabeza bajo el agua, mientras los arcos de sus costillas parecen agallas. La atmósfera se forma a través de imágenes aparentemente prístinas de belleza translúcida y cristalina, pero la fluidez es tan pesada como el plomo, tan sólida como una piedra, tan congelada y gruesa como el hielo... Los personajes no tienen demasiadas opciones: o se encuentran paralizados y lánguidos o están luchando con desesperación para intentar sobrevivir y sentirse, de esta forma, aligerados en una zona crepuscular que no tiene ni tiempo ni espacio.

Ausencia, presencia y distorsiones acuáticas en esta coreografía de fluidos y fuerzas misteriosas que alteran las leyes de la física y afectan el comportamiento de los seres vivos en espacios purificados; de esta manera, Mihai Grecu crea piezas de arte de una belleza inquietante que son difíciles de olvidar.