Cómo vencer el cerro se constituye en un intento aún con más la persistencia de tránsito entre los lenguajes visuales, la opción de Magila que ya aparecía con fuerza en individuales anteriores. Por ejemplo, el tridimensional Iscas 3 retoma el hacer escultórico del artista, pero en sintonía con el dato de fragmentación que es evidente en la producción. En la exposición. En el casi meseta, exhibida en el Marp en 2016, el azulejo algo de ruta ya estaba presente, con su la existencia anunciada entre la integridad y el desmanche, y hoy, junto a Improviso, configura aún más el trayecto arriesgado de la obra del artista entre el ideal y la concreción, la armonía y la inestabilidad, el proyecto / programa y las necesidades básicas y directas del ahora. "La aceptación de una realidad caracterizada por la dispersión y la diferencia, por la suma, por la superposición y por el...choque entre piezas y fenómenos conduce a sistemas que nada más son que una recomposición de fragmentos ", afirma el crítico de arquitectura y urbanismo Josep Maria Montaner.
En uno de los espacios expositivos de la galería gaúcha, encontramos pantallas de Magila con su firma característica, la de un fuerte fundamento gráfico. Hay entonces, dibujo, con un procedimiento de decalque, vía papel carbón, que se manifiesta indicialmente y que podemos observar sólo observando de cerca sus pinturas. También existe algo del procedimiento matriz/múltiple, pues una imagen puede servir a más de una obra final y remite a métodos empleados por el grabado. Y las composiciones finales de los cuadros pueden resultar de un tipo de distintas fuentes - hay, por lo tanto, pensamiento de collage y de fotografía.
Entrada actualizada el el 23 oct de 2017
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