Durante los últimos años la obra de Boris Achour adopta la forma de una serie (en el sentido de una serie de TV) titulada «Conatus», el concepto filosófico de Spinoza que propone la idea del deseo como fuerza motivacional y la realización del ser a través de la acción. De hecho, cada exposición constituye un episodio de dicha serie, protagonizado por distintos personajes que desarrollan y modifican sus características a lo largo del tiempo.

«Conatus: A forest» se inscribe en este desarrollo por medio de una instalación /entorno /paisaje compuestos de varios elementos escultóricos y arquitectónicos, así como de una película de vídeo, cuya particularidad es el hecho de estar filmada in situ, en la propia exposición, casi como si de un decorado se tratase. La película se proyecta al final del recorrido de la exposición y propone al espectador/a ... una relectura narrativa del entorno escultórico abstracto que acaba de recorrer mediante la presentación de la construcción de las obras mostradas en la exposición.

Tras caminar por un laberinto compuesto por una maraña de tubos de cartón que evocan un bosque o una gigantesca estructura de coral, el espectador/a llega a un espacio claro en el que se muestran distintas formas escultóricas. En este punto, una película presenta a distintos personajes creando una de las esculturas (el “campamento de fuego). «Conatus: A forest» es una versión teatralizada del acto de creación convocando elementos procedentes de los cuentos, el baile, el paisaje, y de “energías psíquicas y eróticas” en un movimiento continuo de transmutación.