Propuesta expositiva conformada por una cuidada selección de obras que recorren la trayectoria de la escultura madrileña afincada en Pechón. La exposición que ofrece una visión global de la trayectoria de M.ª Antonia Sánchez Escalona se enriquece con dibujos de distintas series y un vídeo en el que la propia artista relata su proceso de creación.
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Mª Antonia Sánchez Escalona
CONSTELACIONES
CASYC
Visitar el estudio y taller de Mª Antonia Sánchez Escalona en Pechón, en lo alto del pueblo, frente al inmenso Mar Cantábrico, es llenarse de las múltiples e intensas emociones que provienen no sólo de su obra, sino también del entorno natural que la rodea, grandioso en la lejanía oceánica, y muy cambiante, plácido las menos de las veces, dramático y sublime otras tantas, si no son las más frecuentes. En los días luminosos de primavera y verano nuestro entusiasmo contemplativo se recrea en las laderas que desde el pueblo se extienden...hacia los acantilados, calas y playas, para encontrarse con el mar en calma. Mas las emociones no se acallan ante tanta y tan cambiante magnificencia natural, sino que se inflaman de alegría cuando la mirada se intima en la proximidad de su maravilloso jardín, repleto de árboles, arbustos, plantas, rocallas y macizos de flores de todo tipo y color, además de estar salpicado ocasionalmente por esculturas de la artista. Estas se integran en el conjunto, distribuidas con un gusto refinado y un gran sentido de la proporcionalidad y el equilibrio paisajísticos, de modo que la totalidad del jardín, en sus diferentes espacios y niveles, dialoga perfectamente con el marco natural imponente y excepcional más arriba descrito.
Hay que vivir tan cerca del mar, escribía yo en el año 2013 en el catálogo de su exposición en la Sala Robayera, de Miengo, tan próximo a las playas y acantilados del océano, en un lugar tan apartado como proclive a la contemplación callada de su excelsa inmensidad, como para sentir lo que la autora nos quiere transmitir, su personal sentimiento de lo sublime. Las oscuras esculturas en barro refractario, las pinturas y los dibujos de la artista reflejan los ecos que se perciben desde todos los ángulos de este
magnífico escenario, tan real como prodigioso. Son herederas de una historia personal que hunde sus raíces en un pasado ya lejano, en el que nada ha sido casual, nada fue improvisado; en el que todo tenía y sigue teniendo sentido; un todo que se ha ido renovando y discurriendo en el tiempo sin solución de continuidad. Dibujos, pinturas y esculturas se relacionan armónicamente desde antiguo, portadoras todas de bondad y belleza, cumpliendo un canon propio de la artista, prestablecido desde una rigurosa formación académica, en que el estudio de la forma humana ha devenido en esta “noche mágica” de Constelaciones.
El inicial y absoluto respeto a la belleza, que en origen fue estricto a fin de un mejor aprendizaje, a la espera de soltar la mano y agilizar todos los mecanismos y trucos posibles e imposibles, artificios estimulados por la inmediatez y la obligada rapidez de acción de una mano resuelta y segura, como la que nos muestra en sus Cuadernos de Bruselas, del año 2000, se fue transformando, avanzado el tiempo, en la expresión dulce y benévola de un mar en calma, o en el drama romántico de oleajes negros y azules de un mar agitado, en el que sus misteriosas hondonadas se reúnen con las noches de un profundo y oscuro celaje moteado de estrellas.
Fernando Zamanillo Peral
Abril de 2022
Entrada actualizada el el 16 jun de 2022
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