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Durante el proceso siempre me inquieta algo, o bien cuando acabo de terminar una parte o bien cuando he llegado a un posible punto final. La mayor parte del tiempo no tengo el suficiente distanciamiento para juzgar, entonces es cuando intento algo nuevo o destruyo algo que ya tiene sentido. ¿Pero quiero aceptar sólo lo razonable? ... El proceso entretanto se transforma en una mezcla de atrevimiento, fracaso y rectificaciones. De esa manera se crean muchas capas; algunas malas, que ocultan buenas, y luego otras buenas que cubren las malas. 

El mismo motivo lo pinto muchas veces, uno encima del otro, hasta que obtengo lo que busco, o bien se transforma en algo más interesante que la idea inicial. Al mismo tiempo, las capas del óleo crean en el lienzo una piel, que de cerca llega a ser algo vivo y sensual. Antes intentaba hacer apreciable ese proceso de una manera minimalista. Siempre diseñé la imágen como un cuerpo que se comunica con el nuestro, como un contenedor para el cuerpo del observador, incluyendo sus deseos. La imagen como camino de escape fictício de su espacio habitual. Igual es por eso que lo plástico y lo figurativo se encuentran tan presentes.

Poco a poco sé que las imágenes no van a ser nunca perfectas en el sentido de mi idea original. El proceso entre la idea y la conclusión muchas veces no es visible, y difícilmente comprensible, pero es aquí donde la mayoría de las cosas divertidas o problemáticas ocurren. A veces las ideas se transforman por completo en algo muy diferente, eso es lo interesante, ahí es cuando aprendo y olvido al mismo tiempo.


En tus trabajos anteriores había influencias de los géneros de la pintura tradicionales, el bodegón, los retratos y también un aspecto escultórico muy marcado en la representación de los objetos, cómo definirías esta variedad de estilos respecto a tu anterior exposición 'Devolver a lo desnudo su vello'


Los trabajos anteriores trataban exclusivamente la figura, que estaba sacada de contexto. Ahí, renuncié conscientemente al fondo para poder sacar la corporalidad, su esencia como objeto y contenido.
La temática en 'Devolver a lo desnudo su vello' era en cierto sentido  tradicional, donde figuras y fondo cuentan una historia  dentro de un contexto ligeramente arrebatado. La fantasía del espectador juega un papel muy importante. Dónde se encuentra uno, quién es, qué hace, cómo lo hace... es crítico, político, se trata de abundancia y de banalidad. En el fondo son collages. Que también es un género.

En los trabajos recientes, la figura o el cuerpo desaparecen y el fondo se transforma en un escenario o un sitio, en el cual el cuerpo del espectador pueda encontrar un hueco virtual. El entorno se transforma en una segunda piel. Y el cuadro es como un contenedor, no ya una representación de la figura.

En mis cuadros antiguos, siempre quería producir un cuadro ideal, que debería incorporar todos los géneros que se han creado a través de la historia. Ahora siempre queda un deje de esta intención, pero ya no soy tan severo conmigo en este aspecto. La mezcla siempre es positiva, aunque uno no lo hace conscientemente. Ahora, cuando pinto los cuadros de paisajes, se cierra un círculo.

¿Quizás tu pintura sea una especie de plataforma para las proyecciones y los deseos? ¿Quizás habla de pornografía? En todo caso, se trata de una especie de 'Peep-Show'.


Sí, 'Peep-Show' es un termino adecuado. Creo que estos espacios restringidos son como un cuadro, su forma, y todo lo que quieres proyectar ahi dentro es el contenido. También, uno puede tener una mirada pasiva, pero aún así se siente atraído. 'Peep-Show': uno mira y desea entrar, es excitante, creo que ocurre lo mismo aplicado a los paisajes. Quizás la acepción 'porno', sea algo con lo que me sienta cómodo para definir mis cuadros, en el sentido de que siempre me interesa una aproximación a lo personal, a lo privado, que nadie debería conocer. Quizás también es el subconsciente de Freud lo que me atrae. Me gusta lo divertido, lo absurdo, lo contrario. Todas estas palabras son contextos útiles para mis trabajos.


¿Qué pintores clásicos te gustan y qué te atrae de la pintura en particular?

Descubrí a los pintores clásicos tarde, después de acabar mis estudios. Jugaron un gran papel en mi propio descubrimiento, es fascinante contemplar un cuadro antiguo y tener la sensación de poder comunicarte con el pintor. A veces me pregunto cómo habría sido ser aprendiz con Velázquez o Rubens. Probablemente habría aprendido más que en una clase maestra en Vienna. Por otro lado, justamente el escepticismo que desarrollé ahí es el motor para lo que hago hoy en día. Ahora mismo me gusta aproximarme a la visión traviesa del Rococó, ya sea Mozart, o los pintores franceses de esa época, hay algo muy profundo en esa superficialidad. Esas contradicciones, son las que me atraen. Además como se dice en Viena, todo es un lienzo, si algo es bueno. La pintura no está muerta, sólo huele divertida, como solía decir Frank Zappa sobre el jazz.