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Doble exposición. Primera parte

Lalata, una interesante revista objeto llena, a su vez de objetos artísticos (obra de obras), unos Madelman del polifacético Pedro Lozano, una pintura abstracta de Jolanta Studzinska y unas pinturas por otros medios (fieltro e hilo) de Juanma Mendiguchía componen la mitad de esta exposición que une dos galerías de arte, una en Ciudad Real y otra en Cuenca; ... lo hace, por suerte, física y espacialmente, lo que supone un gran mérito en la época de la virtualidad, del mail-art y, en fin, del cibermundo. Por lo demás, nos enfrentamos a cuatro propuestas que pueden situarse en la cartografía enorme del arte contemporáneo y que representan, como veremos, otras tantas tradiciones poderosas.

Lalata. Pintar una colección

Un archivo alternativo, un modo de crítica de arte desde la propia gestión artística que presenta a Carmina Palacios y Manoli Martínez como artistas-críticas. Lalata aparece como un embalaje (los había en el Museo de Broodthaers) que representa modos de producción, distribución y exhibición artística alternativas, lo hace del mismo modo que el coleccionista, decía Duchamp, pinta una colección.

Madelman viajero

Pedro Lozano en esta exposición habla también del turismo, esa forma de viaje banal en la que lo que importa es haber estado. No es un invento reciente el turismo, indisociable de la degradación arquitectónica, de los modelos de urbanismo autoritario; hay quien atribuye su invención al mítico capitán Cook, aunque puede que lo que hoy conocemos como turismo tenga orígenes diversos; el burgués ocioso que lee Cicerone (1855) de Jacob Burckhardt es, al mismo tiempo, un turista culto, capaz de sufrir el síndrome de Stendhal (popularizado recientemente por un anuncio de automóviles) en la catedral de Florencia y el flâneur de los escritos de Baudelaire, que frecuenta las tiendas de estampas de París y es un potencial comprador de arte moderno y un apasionado consumidor del antiguo, porque lo uno lleva a lo otro. Ambroise Vollard, sin ir más lejos, decidió hacerse vendedor de cuadros (así le gustaba llamarse) frente a una pintura de Giotto.

Madelman se ha fotografiado en Manhattan, al pie de la Torre Eiffel, delante de la Puerta de Brandenburgo, ajeno a todo esto, ha podido comprobar que todo es igual en todas partes, como constataron hace años Carvalho y Biscúter, los inolvidables personajes de Vázquez Montalbán (Milenio, 2001) que, en la que fue, por desgracia, su última aventura, en la que se transmutaron levemente en Bouvard y Pecuchet, los extravagantes coleccionistas (entre otras cosas) de Flaubert que podríamos ver, de nuevo, como ejemplos de malestar en la modernidad.

La pintura…

La pintura abstracta sitúa la técnica en primer plano, despojada de historias, desvela la sabiduría del color, afirma la fuerza de la percepción y actualiza algún que otro mito de artista. La pintura de Jolanta Studzinska puede acomodarse a la perfección en estas tradiciones.

…Por otros medios

El collage, como las opciones matéricas que invaden la pintura a lo largo del siglo XX, es pintura por otros medios, igual que los delicados fieltros de Juanma Mendiguchía, que, como los collages, no sólo ponen en primer término la actividad manual del pintor, sino que suscitan la ajenidad de que habla Picasso: los hilos son aquí una reflexión sobre el color.