DAVE
El descubrimiento del otro en mí.
Lothar Müller ha conseguido reunir en DAVE, su más reciente exposición, una minuciosa descripción de su mitología personal en torno a su relación afectivo-amorosa con David Areingdale su esposo.
Es a partir de un reiterado análisis de este personaje, que sus retratos seriados lo han llevado a generar mayoritariamente, una narrativa en torno a la vida cotidiana, el amor, la soledad y en muchas ocasiones al reservado silencio en el que Dave está inmerso, mostrando una sinceridad que no se puede percibir desde el activismo performático posporno de Lothar Müller.
El personaje se muestra en la mayoría de las piezas, en momentos de una particular vulnerabilidad, haciendo que percibamos una especie de soledad autoinflinjida, enmarcada en espacios genéricos que lo ubican en situaciones íntimas, rodeado de paisajes luminosos y tropicales o en una temporada vacacional interminable.
DAVE es una exposición de retrato contemporáneo, una serie de piezas...que muestran en varias imágenes la escencia de un ser humano individualizado más allá de explicaciones precisas. Retratos que describen situaciones íntimas en un formato de exhibición público, un extraño contrasentido que hace que el artista y el modelo se expongan y distancien al mismo tiempo, uno como el observador permanente y cazador del momento preciso y otro como el sujeto de estudio convertido en pieza de arte.
Müller se acerca a su personaje desde el desparpajo del retrato vacacional, tomado al azar y desde la composición del instante. La naturaleza de los retratos de Lothar Müller contemplan que realidad y arte están hechos de diferentes materiales, el no espera que sus cuadros sean el reflejo preciso de la realidad, el artista genera un arte pleno de significados desde una mirada personal, certera, subjetiva y enmarcada por el disparo fotográfico.
¿Es Lothar un vouyer de su propia vida privada?, ¿un generador de espejos cotidianos? o ¿un historiador de sus momentos felices?.
Müller da en el blanco al interpretar una y otra vez a su objeto de estudio, haciendo que su marido sea su propio espejo, traduciendo la intimidad del otro en su propia intimidad, desvinculándose de su presencia y solo interesándose en la representación de una momento preciso, uno dónde él descansa y observa, donde encuentra un momento para pensar en su propia finitud.
Leonardo Ramírez
Curador
Noviembre de 2019.
Imágenes de la Exposición
Lothar Muller
Entrada actualizada el el 16 ene de 2020
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