Alexander Arilla; Néstor Ceniceros; Espacio Hacer, amb Ana Guerrero Ferro, Mónica López Tierling, Paula Martínez Soriano y Ariadna Tarifa Gómez; Salvador G. Ojeda; Anna Sevilla; Paula Vicente, y tierra del área de ampliación del Prat de Llobregat.
Tienen que existir maneras de habitar los momentos de emergencia. En medio de un mundo en transición constante, los proyectos de la Sala d’Art Jove ofrecen maneras reveladoras de pensar el mundo en el que vivimos y las relaciones que lo configuran. Cada uno de los proyectos que conforma la exposición articula un diagnóstico. Un diagnóstico que no persigue describir la realidad, sino moverla. ¿Cuáles son estos diagnósticos y cómo afectan a lo que sentimos y pensamos que somos?
Ante la necesidad cada vez más intensa de respuestas, la lectura de la realidad que se da en cada uno de los proyectos en exposición constituye un modelo para transitar nuestro presente. En su conjunto, los...proyectos son una gran guía de coexistencias. ¿Qué aprendizajes se encuentran en los proyectos y cómo sintonizan con nuestras vidas?
Es imperativo atender a los reensamblajes que se están produciendo en nuestros tiempos y la práctica artística, en su capacidad de afectar y de verse afectada por las economías de intercambio, ocupa una posición estratégica. Constituye una forma de militancia en el diagnóstico de nuestros presentes, ya que participa de los imaginarios en los que vivimos y desde los que vivimos. ¿Cómo podemos aliarnos con la práctica artística para tejer futuros más vivibles?
«De aquellos polvos, estos lodos» nos sitúa en una realidad que no quiere ser endulzada. Nos quiere hablar de la tierra, que es el lugar que pisamos y desde donde vemos y enunciamos el mundo. Importa, como nos recuerda Donna Haraway, qué ideas usamos para pensar otras ideas, qué pensamientos piensan pensamientos, qué historias crean mundos, qué mundos crean historias.
Los polvos, los lodos, nos hablan de una realidad turbulenta, confusa, maleable, pegajosa, turbia, que nos remite a algo corrupto y contaminante, pero también apela al valor de los tránsitos y las cadenas temporales, al modo en que las cosas se transforman, generando anudamientos e historias de encuentros, porosidades y alianzas. Debemos ser capaces de que estas historias formen parte de nuestras prácticas de conocimiento.
Los seis proyectos incorporados en la muestra nos recuerdan a aquellos seis personajes en busca de autor de Luigi Pirandello. Son seis procesos esperando a ser inscritos en un marco de exposición y de mediación. Los seis proyectos presentados también han debido enfrentarse a la incertidumbre, y son emergentes, no porque pertenezcan a una convocatoria y un espacio institucional específico —la Sala d’Art Jove—, vinculado teóricamente a lo incipiente, sino precisamente por elaborar la escurridiza gestión de los modos de estar en el mundo. Por ello, y del mismo modo que ocurre en el texto del dramaturgo italiano, la idiosincrasia de estos seis protagonistas y la de sus voces es precisamente el tránsito, la potencia de los comportamientos imprevistos, las arenas movedizas y las invitaciones a moverse en un territorio pantanoso o a moverse lo menos posible con los ojos arrancados.
Una propuesta de Víctor Ramírez Tur y Daniel López del Rincon.
Entrada actualizada el el 18 oct de 2021
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