Tras una andadura de siete años como espacio dedicado a la fotografía contemporánea, y un notable cambio tanto en la dirección física del proyecto como en la ambición por concebir una programación completa y de la mejor calidad, El Fotómata reabrió sus puertas el pasado mes de septiembre dispuesto a convertirse en el espacio fotográfico de referencia de Andalucía. A los cambios producidos en el equipo de dirección le sigue consecuentemente un planteamiento renovado en las disciplinas formativas, en la línea expositiva y en la programación de actividades paralelas y transversales. Estos tres grandes pilares vertebrarán la temporada de El Fotómata y serán las claves para continuar construyendo una nueva identidad, que se sigue también alimentando de la experiencia obtenida a lo largo de su trayectoria.
Una de las grandes novedades es la colaboración de la galerista sevillana Isabel Ignacio con la sala. Isabel será la encargada de dirigir la programación...expositiva del nuevo Fotómata a lo largo de toda la temporada. Su enorme experiencia profesional la lleva ahora a sumergirse en el mundo de la imagen pero no lo hará de una manera técnica sino más bien tratando de hibridar códigos interdisciplinares que se encuentran también en la fotografía. El objetivo de esta temporada es encontrar pues puntos comunes entre la fotografía y otras disciplinas artísticas como la pintura, el collage, el dibujo o la escultura.
Así pues, el día 16 de octubre, a las 20.00 horas se inaugura la temporada expositiva con la muestra individual del artista argentino Aníbal Merlo (Buenos Aires, 1949). Merlo, artista multidisciplinar, presenta en esta ocasión sus últimos trabajos fotográficos que vuelven a hablarnos de temas recurrentes en su obra como son la idea del viaje como metáfora del devenir y el paisaje como ámbito de ensoñación. El resultado, paisajes imaginarios, espacios atemporales que versan sobre historias inconclusas, momentos petrificados en el tiempo.
El artista plantea sus escenarios como presentes explícitos pero preservados, en sus propias palabras "en nuestro itinerario personal, cada tiempo presente es como el suelo que pisamos mientras intentamos vislumbrar lo que nos espera más allá". Desde el presente intentamos vislumbrar lo que nos espera en los siguientes pasos. En este trabajo, la imagen fotográfica juega construyendo parajes de ficción que evocan nuestra travesía existencial, como si nuestro tiempo consistiera en avanzar por caminos inciertos, atravesando montañas, desiertos, zonas agrestes y desconocidas. En algunas de las fotos vemos diminutos exploradores anónimos de aspecto urbano, aferrados a sus maletas. Unos se mueven a paso firme; otros parecen no saber si están -si estamos- despiertos o más bien perdidos en los recovecos de algún sueño. El itinerario está dibujado en la oscuridad y la incertidumbre.
Aníbal Merlo cuenta en su haber con exposiciones individuales en espacios públicos como el Museo Barjola de Gijón, la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires o el Centro Municipal de las Artes de Alcorcón, así como en galerías privadas de España, Francia, Bélgica, Austria y Argentina. Ha participado en ferias internacionales como Arco y Estampa y su obra forma parte de colecciones institucionales como el Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, La Caixa o la Fundación Antonio Pérez.
Entrada actualizada el el 15 oct de 2014
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