Una primera mirada a las obras del artista nos remiten a las pinturas de la abstracción geométrica y “hard-edge” de los sesenta. Sin embargo sus composiciones se inspiran abiertamente en el imaginario visual urbano, como logos de compañías de transporte, bancos, señales de tráfico o la decoración exterior de una camioneta ochentera.
NoguerasBlanchard se complace en presentar la primera muestra individual en su espacio de Madrid del artista belga Alain Biltereyst. Centrada en un conjunto de ocho pinturas y una intervención mural, la exposición supone una envolvente revelación de patrones y esquemas geométricos que construyen un imaginario visual sustraído del entorno urbano.
La obra de Alain Biltereyst se caracteriza por un discurso formal que se encuentra en el ámbito de la abstracción geométrica y de las reflexiones propias del manejo de la forma y el color. Una primera mirada nos remite a las composiciones neo-concretas, la experimentación geométrica o el reduccionismo...formal de los artistas de los años sesenta. Sin embargo la obra se recrea en un lenguaje que se inspira abiertamente en el imaginario visual urbano y toma como punto de partida el sistema de producción, distribución y consumo de mercancías que nos rodea. Las pinturas de Biltereyst activan un minor détournement de la creación artística y también del mercado del arte, al extraer del espacio público fragmentos del diseño publicitario y posicionarlos en un nuevo contexto.
Bajo el título “Dear everyday” (Querida cotidianeidad) estas pinturas de sencillas construcciones geométricas y vibrantes planos cromáticos, todas ellas sin título, se inspiran en logotipos, carteles y especialmente grafismos de compañías de transporte o componentes de una identidad corporativa. Así, la observación del paisaje urbano y la documentación de líneas, formas y colores presentes en nuestro día a día conforman el archivo visual del artista. Con este mecanismo de referencia y apropiación de la visualidad circundante, Biltereyst pone en relieve la constante polémica sobre el intercambio de referencias entre el arte y diseño.
En uno de sus proyectos anteriores, Biltereyst vació de contenido un grupo de carteles promocionales de agencias inmobiliarias dejando exclusivamente los planos de color y las líneas divisorias de la información. Como resultado obtuvo una colación de imágenes que simulaban la más severa corriente neo-concreta de planos de color yuxtapuestos. Pareciera que la obra de Alain Biltereyst cumpliera la misión de descubrir esa visualidad solapada en lo cotidiano y que a su vez tiene fuertes referencias artísticas.
Otro aspecto que potencia el impacto visual de sus piezas es la discreción del formato– que varía alrededor de los 23 x 16 cm. Diseños rotundos sobre superficies modestas. A medida que nos acercamos se inicia un proceso de revelación del método pictórico. Percibimos los brochazos de acrílico, las vetas de color adheridas a la cruda madera, las imperfecciones, los deslices, y el desarrollo artístico queda al descubierto. Como diría Merleau-Ponty, ‘la pintura nunca celebra otro enigma que el de la visibilidad’. Estos deslices o arañazos interrumpen el carácter bidimensional de las obras y se asemejan a las marcas de rayado sobre la superficie de un disco de vinilo que provocan los característicos chasquidos al reproducirse. Este tipo de error, o glitch en términos informáticos, consiste en el tipo de ruptura en el flujo de la información al obligar al archivo digital a entrar en contacto con la aleatoriedad y la imperfección. Biltereyst parece indicar que el mal funcionamiento señala una producción activa de la "potencialidad accidental" de cualquier producto.
Entrada actualizada el el 11 sep de 2015
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