Aitor Saraiba quiere acercarnos a sus raices y a su particular iconografía uniendo pedazos de su vida a través del tiempo y el espacio. Estos fragmentos vitales se representan en dos telas de gran formato cosidas y pintadas a mano. Además presentará una colección de dibujos y un objeto creado en colaboración con Dear, para conmemorar la exposición y el tercer volumen de DEAR,

El nombre del proyecto está inspirado en el disco de Burzum Hvis Lyset Tar Oss (Si la luz nos lleva). Esta banda acompañó a Aitor durante dos años de idas y venidas por el mundo, de sus alegrías y sus penas, de su propia búsqueda de la luz en lucha constante con la oscuridad.

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'Ha habido un par de años ... en los que escuché Filosofem de Burzum, no más de lo normal, porque nunca un disco se escucha más de lo normal. Pero sí lo escuché hasta que el disco penetró en mí, lo que a falta de otra palabra, llamaré creatividad.

Con ese disco de fondo y un montón de pájaros en la cabeza empecé a hacer dos de las cosas que más me gusta hacer. Bueno, tres; coser, dibujar y escuchar música.

A veces desde cerca y otras desde más lejos, empecé en Los Ángeles cuando vivía allí, seguí en Portugal cuando me mudé a vivir a Porto, pero siempre supe que este proyecto se expondría en Madrid. El día que terminé de coser La Tela Negra decidí mudarme de vuelta a Madrid.

Al fin y al cabo, Madrid era la ciudad que me había arrastrado un poco a la oscuridad, pero también a la Luz. Por eso mientras no tuve claro o no estuve muy seguro del proceso creativo de mi proyecto, sí hubo algo que siempre supe, si la luz me atrapaba quería que Madrid lo viera.

No fue fácil. Un montón de kilómetros, dormir en sofás de amigos, y de algún enemigo también, varios corazones rotos, un montón de dibujos y libretas y un pasaporte arrugado que se caducó sin darme cuenta.

El título de la exposición no lo tenía muy claro, incluso cuando el proyecto ya había satisfecho ese vacío que los creadores necesitan llenar con algo, ese que en mi caso intenté llenar de forma errónea con amores, kilómetros, viajes, distancia...

Pero uno de los días, junto a la estampita del Arcángel San Miguel matando a Satanás que había fotocopiado a 100x70 cm para que me protegiera durante el proceso de costura en mi estudio, escribí: And the light took us. Entonces sentí que había ganado la batalla, esa que había iniciado sin darme cuenta contra mí mismo. Podía volver a casa.

La Luz me había atrapado, y por mucho alarde de oscuridad que hiciera, por muy tentadora que esta fuera, siempre deseé eso, que al final del goce, al final de la caída y de los errores, fuera la Luz la que me llevara.

Siempre me ha dado envidia mi abuela que reza y cree en un montón de cosas. Yo he intentado imitarla alguna vez, como cuando puse al Arcángel San Miguel fotocopiado gigante en mi estudio.

Y esta exposición podría ser también uno de esos momentos. He terminado rezando no sé a quién y creando una iconografía con pedazos de muchas, a falta de una que me convenciera del todo.

Hoy es 28 de marzo de 2013, el cumpleaños de mi madre y Jueves Santo en España. Voy en el autobús con ese virus llamado Burzum en mis auriculares, destino Talavera de la Reina, donde viven mi madre y mi abuela, que ha perdido prácticamente la memoria y hoy estará viendo la semana santa por la tele, sin saber muy bien qué es. Mira, en eso creo que es ella la que me imita a mí, porque fui yo el que nunca entendió el significado de esas cruces y su devoción'.

Aitor Saraiba