Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo, comenzaba Cortázar una de sus 'instrucciones', donde mezclaba temas trascendentes y dramáticos con el estilo básico de los manuales. Igual de ilícito parece nombrar una exposición de arte contemporáneo bajo el estúpido tópico de la enseñanza plástica elemental. Podríamos haberla llamado, también, Theatrum mundi, otro lugar común, viejo como la literatura. Siguiendo el mismo procedimiento, podemos resumir toda la idea curatorial de un modo simple y pedagógico: en el fondo está la muerte y toda la vida nos afanamos en desempeñar roles teatrales, haciendo que ignoramos que el único escenario es el vacío. ¿Por qué asumir un discurso tan impropio para este contexto? Porque el humor es el lazo más verdadero que une las prácticas de estas tres artistas, y porque el humor es el modo más punzante de emboscar con palabras aquello para lo que no ... existe significante.

A modo de diccionario, entonces:

Nacimiento: indefensión (Funes)

Identidad: borramiento del cuerpo (Berco)

Madre y padre: relaciones de poder; amor ambiguo (Funes)

Cortina: mirada, abismo (Coll)

Máscara: dispositivo que recubre que hay un solo signo para ambos sexos y cuya remoción puede causar la muerte (Coll)

Muerte: las palabras, que no alcanzan para nombrarte, le quedan a los otros (Berco)

Decir: un deber, arte, curaduría (Valeria González)