La Galería Yusto/Giner presenta la primera muestra individual de Los Bravú en su espacio de Marbella.
Desperté con esta cabeza de mármol en mis manos que agota mis brazos y no sé dónde dejarla es el título de la exposición con la que Los Bravú (Dea Gómez y Diego Omil) presentan por primera vez su trabajo en la galería Yusto/Giner, que acogerá dicha muestra desde el sábado 18 de septiembre en su sede de Marbella.
Para este proyecto Los Bravú siguen dejando visibles en los más de diez lienzos que presentan los ejes en torno a los que se articula su trabajo pictórico: una vuelta al clasicismo tanto en temáticas como a nivel compositivo. Influencias que van desde la estatuaria grecorromana hasta las artes textiles del s. XVI, pasando por la pintura primitiva italiana o el onirismo decimonónico y donde la mitología clásica rige gran parte de los motivos que emplean...para generar su particular lenguaje plástico contemporáneo que apela a problemáticas de permanente actualidad.
El escritor y crítico Rubén Lardín ha realizado el texto curatorial de la exposición, el cual define el trabajo de Los Bravú con las siguientes palabras:
*“(...)Se trata de acercarse con sigilo, como acceder a un claro del bosque. Las pinturas de Los Bravú están en todo momento despertando de una siesta imperial, se despabilan a la mirada y, advertidas de nuestra presencia, pasan a existir. Se abren fértiles y novísimas a la gloria de la mañana.
(...)
Las pinturas de los Bravú huelen a Bizancio, a indolencia neoclásica y a un fauno que tal vez está pensando en lo tontos que son los que se comen las uvas, con lo bueno que está el vino. Su Diana cazadora ya ha depuesto las armas y ha sido despojada por las ninfas. Son imágenes con alma de naipe, que aúnan la severidad y la polisemia de un oráculo, lo cósmico y lo tectónico, pinturas un tanto coquetas y un tanto magníficas que antes que novedad se dirían consecuencia, acaso intuición.
Los Bravú tienen claro que la belleza es, por definición, todo lo contrario. Lo contrario de todo. Un retorno. Vestigios. Y que si Fra Angélico levantara la cabeza pediría el “Born Slippy” de Underworld, por ejemplo, o quizá un poco más de tiempo pero de tiempo pretérito. Por venir, pero venir de entonces. A las pinturas de Los Bravú no se les conoce edad porque su empeño es inmemorial: recobrar el misterio.”
*Fragmentos a partir de texto original de Rubén Lardín
Sobre los artistas:
Dea Gómez (Salamanca, 1989) y Diego Omil (Pontevedra, 1988) ambos licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca trabajan en conjunto desde 2012 bajo el nombre de “Los Bravú”, palabra gallega utilizada para referirse al olor animal.
De este modo, han desarrollado una carrera dentro del cómic de corte experimental contemporáneo donde intercalan dibujo, pintura, escultura y fotografía.
A partir de su residencia en la Academia de España en Roma han abierto nuevos horizontes, desarrollando un proyecto expositivo multidisciplinar que, dejando el cómic a un lado, reflexiona sobre la ruptura tradicional del relato a través de recursos estéticos y narrativos que han surgido y se han desarrollado dentro de los límites de internet. Tratan temas recurrentes dentro de un retrato generacional en el marco de los “millennial”. Cómo se genera la imagen pública dentro de internet, cómo se muestra, manipula o codifica la realidad en el espacio digital, junto con un proceso de investigación en torno a la relación entre diferentes disciplinas artísticas y la red.
Entrada actualizada el el 08 sep de 2021
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