Me parece muy potente la idea de la contingencia de las leyes naturales que pudieran o no cambiar en cualquier momento sin la necesidad de una aparente razón. Veo mas un proyecto que se acerque a los cuestionamientos de Quentin Meillassoux entorno al conocimiento del mundo, a sus leyes naturales e invariantes para hacer hincapié en la finitud de nuestro conocimiento y nuestra existencia.
El proyecto es una reflexión acerca de la manera en que el infinito y las probabilidades infinitas no son un impedimento para calcular eventos mundanos puntuales (su ejemplo de el número infinito de puntos en que una cuerda puede romperse cuando se ejerce tensión en ambos extremos, y como esta infinitud no nos impide calcular las probabilidades de que la cuerda se rompa de varias segmentos de la cuerda). Que el conjunto de obras y la forma en que estas se dispongan en el espacio se refieran...a leyes de la naturaleza que resultan infinitas e incalculables porque no hay forma de totalizarlas. Que no podemos posicionarnos fuera de la naturaleza y calcular un número posible de leyes para determinar las probabilidades de que cualquiera de estas cambie. Y que aunque podemos hablar de probabilidad cuando examinamos eventos cotidianos, no podemos hablar de que es probable e improbable cuando describimos a la naturaleza como un todo que nos contiene y como esta pudiera alterarse.
Es muy interesante su descripción de lo ‘transfinito’ cuando Meillassoux habla de lo ancestral o de lo que pudiera venir después que la humanidad se extinga. La problemática de referirse a cualquier objeto del mundo antes o después del hombre tratando de escapar al pensamiento correlacionista… como podemos elaborar reflexiones y tener conocimiento de un mundo (que solo conocemos según el hombre) mas allá de la eventualidad del hombre?
Entrada actualizada el el 20 sep de 2018
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