Este viernes abre al público “Detrás de los párpados” la primera exhibición individual de Daniela Arnaudo, en la galería de arte Subsuelo. Curada por Mariana Rodriguez Iglesias, la exposición propone un recorrido por la obra más reciente de la artista.
“Cierro los ojos y me doy cuenta que quiero preguntarle muchas cosas a Daniela; me gustaría saber de dónde salieron estos animales. No me refiero a la iconografía que, me relató, las toma de un libro de contabilidad profanado por las ilustraciones aniñadas de uno de sus abuelos. Lo que quiero saber es desde qué guaridas o separándose de qué manadas o, tal vez, volando desde qué ramas vienen estos seres. Lo necesito para poder entrar en la ficción que ella nos propone desde sus carpetitas, pañuelos y sábanas bordados.
Me pregunto en silencio –no quiero distraerla mientras sigue con ese ritmo incansable de puntadas– cómo habrá sido para ella dejar atrás...los relatos estrechamente autobiográficos para volcarse a componer estas micro-escenas narrativas. Hace solo algunas semanas atrás, estábamos recorriendo una exposición suya en la que los bordados parecían textos redactados para el rescate del olvido –“estudios sobre la posibilidad de ritualizar la existencia” sugería un texto en sala. Hoy, parecería que el proceso de duelo quedó atrás y Daniela puede darse distancia respecto a estas experiencias dolorosas sin dejar por eso de persistir en la representación de la violencia y la muerte.
Quisiera decirle que me conmueven sus animales en lucha; porque sólo a ellos les permitimos tal grado de ferocidad mientras que muchxs de nosotrxs también querríamos dejarnos llevar por nuestros instintos agresivos; quisiera hablar del anhelo de volver a ser una con la naturaleza, pero de repente me parece un montón. En lugar de abrir la boca, recorro su taller dándome piedra libre para curiosear. Hay de todo. Mis manos piden ser la extensión de mis ojos y yo las dejo. Soy un metabolismo de casi cuarenta años permitiendo que el universo creativo de Daniela Arnaudo me tome por completo: sus herramientas, ocupando cada rincón del taller; las carpetitas, sábanas y pañuelos transmutados en soportes para sus bordados; los dibujos del abuelo, apropiados; la tarea repetitiva, meditativa, ese rito del hilo entrando y saliendo de la tela para dejar una marca que más tarde leeremos como una escena; la existencia de un revés, que se mantendrá invisible pero presente y que tanto, tanto, se parece a lo que hay detrás de los párpados.” Mariana Rodriguez Iglesias - Curadora
Imágenes de la Exposición
inauguración
Entrada actualizada el el 14 dic de 2021
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