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Perla Fuertes acaba de presentar su exposición 'Diálogos de Silencio' en la sala de exposiciones El Martillo de Caja Mediterráneo.

La sala El Martillo es uno de los espacios expositivos más emblemáticos de la Región de Murcia y un referente en el ámbito cultural de todo el levante, una posición que ha alcanzado tras numerosos años de acoger muestras de relevantes artistas tanto en el ámbito regional, nacional como internacional.

La obra de la artista murciana se centra en el cuerpo humano, en las manos y piernas, con un desarrollo formal próximo al realismo, enfocado desde una perspectiva personal que convierte el proceso creativo en un acto íntimo, pausado y sin violencia.

El punto de partida en la ejecución de la obra es el diálogo que la artista establece con la realidad que le es dada y la nueva realidad gestada en el silencio interior, trasladándola al soporte con un lenguaje claro y asequible.

Para Pedro Alberto Cruz Fernández, artífice de una de las críticas que incluye el catálogo de la exposición preparado por la CAM 'Perla Fuertes... se desnuda en cada uno de sus cuadros, hace visible la timidez, el recogimiento devenido del diálogo. Por eso, necesariamente, muestra los cuerpos desnudos, expuestos a la mirada ajena a la que implica en el discurso para que supere el atractivo de la forma, y viva con la misma intensidad la emoción por ella sentida en los momentos de silencio'.

Pedro Alberto Cruz describe esta nueva exposición de la artista alhameña como 'desnudos recogidos, más próximos a Anteros que a Eros, porque encontramos en cada uno la correspondencia con su génesis interna y el carácter de la pintora'.

'Perla Fuertes desarrolla su concepto de paisaje corporal desde una posición próxima al realismo, a la supuesta realidad externa que permite reconocer lo verdaderamente real: lo surgido del diálogo, por eso, la pintora no trata de hacer creer al espectador en la correspondencia entre lo representado y su modelo físico porque las analogías no pueden convertir en idénticas las relaciones, las partes, el todo'

'El cuerpo se transforma en paisaje que debe ser recorrido en la totalidad de su extensión para comprender su grandeza, y descubrir aquellos rincones en los que el silencio se transforma en expresión, en detalle, en fragmento'.

Antonio Parra y María Martinez completan las opiniones que se publican en el catálogo con la nueva obra de Perla Fuertes describiendo su pintura de la siguiente forma: 'Perla Fuertes convierte en icono la figura humana, completa o fragmentada, presente o ausente, aislada o en comunicación. La artista murciana aúna tradición y vanguardia (...) su realismo -no olvidemos que viene de una suerte de hiperrealismo- no es, en el fondo, una simple emulación de lo corpóreo, sino que estamos ante lo que podríamos llamar un realismo turbio, difuso'.

'Las piezas de esta exposición, a modo de 'lección de anatomía artística', confluyen en la presencia del diálogo del cuerpo interior (alma) y el cuerpo físico (materia). Diálogo inmanente y permanente de la artista entre el ego y el alter ego, lo consciente y lo imaginado, lo vivido y lo soñado, la dualidad masculina y femenina.

Las obras desmenuzadas así lo expresan en este conjunto interrelacionado que forman las partes, a modo de collage humano, que cobran fuerza narrativa dotada de exquisita sensibilidad en estado puro.

Cuerpos desnudos, desnudos íntimos procedentes del concepto de arte de Perla Fuertes, que desviste los cuerpos individuales para irrumpir en las emociones inconscientes y colectivas de los individuos, de la Humanidad.

Perla lleva ya quince años exponiendo sus obras, cargadas de realismo y simbolismo corporal, accede con ellas al mundo de la infancia, de la cotidianidad, realiza fotografías iluminadas extraídas de la realidad objetiva que hace suyas con gestos culturales que identifican la creación que expresa en cada una de sus pinturas.

Una estética serena y emotiva, reflexiva y profunda, que Perla trastoca en color, en colores meditados, en una meditación íntima sobre la naturaleza del ser humano, en dualidad antagónica y unitaria a la vez: aislado y en comunicación, optimista y nostálgico, melancólico y vitalista, abierto e introspectivo, ausente y expectante.

Cuerpos unitarios, deconstruidos y reconstruidos que la artista, desde el formalismo anatómico, utiliza sugestivamente para expresar amor, ternura, libertad, equidad, soledad, ensoñación, melancolía'.