Tras un estudio previo de las naturalezas muertas del siglo de oro holandés y sus posibilidades, Pablo Burgos nos ofrece en la serie Dutch Letters una revisión de este género aportando una visión alegre y colorista de atrevidas composiciones.
Despojadas de toda visión religiosa o alegórica, los objetos, el fondo de rayas, las frutas o las flores tienden a coexistir en un ambiente surrealista que es a la vez inquietante y relajado.
También es destacable la inclusión de objetos de vidrio y metal, en los que en ocasiones se refleja su propia imagen, haciendo referencia explícita a la pintura holandesa del siglo XVII. Estos objetos, como la cerámica de Delft o la porcelana china, comparten escenario con textos, flores o souvenires kitsch propios de la cultura pop.
Audazmente, permite que los dibujos iniciales a lápiz permanezcan parcialmente visibles junto con diferentes texturas y niveles de viscosidad de la pintura. Por...otro lado, el juego de claroscuro se acentúa con la deformidad que nos ofrecen las sombras, y como contrapunto, emplea una esmerada gama de tonos pastel cuya luminosidad crea cuadros elegantes. Cabe destacar también los formatos circulares donde las propias figuras parecen escaparse del soporte.
-Diego Bedia Casanueva, Miembro de número del AICA y AECA.-
Entrada actualizada el el 30 mar de 2023
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