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El AMOR... EN UN COCHE BOMBA es un estado más de una obra abierta, en continua evolución y que adopta formas diversas adaptadas a distintos ámbitos. Es trabajo no resuelto, no terminado, que incluye dibujos, mobiliario, objeto-escultura, instalación, vídeo-texto, pintura mural, diseño de carteles y volantinas, accionismo. Esta mezcla creativa corresponde a la urgencia, a la necesidad de encontrar una respuesta o un estímulo a cada ... una de las situaciones en las que la práctica artística, política y social me sitúa a cada momento. Mis tiempos no pueden ser los habituales de las artes y sus procesos, en general mucho más lentos y reflexivos, tanto en la misma creación como en sus usos expositivos.

El corpus central de la obra viene marcado por estas premisas y se resuelve mediante el empleo del dibujo (procedimiento especialmente ágil y económico) y la inclusión del texto que hace referencia, siempre de una manera abierta, irónica e incluso poética a diversos aspectos que me envuelven: historia de las artes, política y sociedad o aspectos más íntimos de mi vida. No son piezas concebidas como elementos individuales (aunque puedan funcionar perfectamente de esa manera), pues conforman un todo que puede ocupar paredes enteras, a modo de segunda piel, de un espacio expositivo, o situarse en la calle en relación con los elementos preexistentes. Dibujos habitualmente de formato bastante grande resueltos de manera suelta mediante tintas y gouache... los elementos propios de su elaboración, transporte o exposición adquieren carácter escultórico, y así podemos encontrar escaleras, bombillas, mesas o carpetas junto a ellos y relacionados con otras formas plásticas como la pintura mural.

Mi carácter dubitativo no me impide mostrarme con fuerza, incluso excesiva, pero sí dificulta encontrar soluciones jerárquicas a situaciones tan dispares como una campaña política o el hecho de resultar agraciado con una cesta de navidad, jamón incluido, en el sorteo de mi cafetería habitual.

S.B.

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La realidad se nos presenta especialmente fragmentada en nuestro tiempo, en el borde del abismo no parece haber tiempo para un plan bien estructurado o simplemente la agitación no permite encontrar el momento para su elaboración. Nuestras filias y fobias se confunden, la historia del arte reciente, la sociedad, la política y las anécdotas de mi vida cotidiana se solapan y solo se me ocurren comentarios a pie de página de todo esto. Tras renunciar a cualquier posibilidad de organización solo queda el amor, el amor antes de que todo se derrumbe finalmente.

El AMOR... EN UN COCHE BOMBA es un estado más de una obra abierta, en continua evolución, que adopta formas diversas adaptadas a distintos ámbitos. Es trabajo inconcluso, que incluye dibujos, escultura, instalación, pintura mural,... Esta mezcla creativa corresponde a la urgencia de encontrar una respuesta o un estímulo a cada una de las situaciones en las que la práctica artística, política y social me sitúa a cada momento. Mis tiempos no pueden ser los habituales de las artes y sus procesos, en general mucho más lentos y reflexivos, tanto en la misma creación como en sus usos expositivos.

El corpus central de la obra viene marcado por estas premisas y se resuelve mediante el empleo del dibujo, procedimiento especialmente ágil y económico, y la inclusión del texto que hace referencia, siempre de una manera abierta, irónica e incluso poética, a diversos aspectos que me envuelven.

S.B.