El autor afirma: “La técnica me la paso por chicuelinas”. Y es mentira. A saber, emplea tiempo en preparar el soporte sobre el que utiliza técnica mixta: tinta contra fieltro embadurnado con capa sobre capa de sandia. Sin día. Atemporal, porque pinta sin motivo. Pinta por pintarse, por el sólo placer de sentir manchadas las manos. Como el anónimo de Altamira lo haría para conjurar la caza. Como Sartre: para involucrarse con la obra, para unificar lo real y lo diferente en un proyecto, a priori, imposible. Inexplicable, pero sentido.

Jorge Usán, en cada cuadro no empieza ni acaba nada, porque su vida como pintor sólo tiene un sentido: cuando pinta. Aunque no empiece ni acabe nada, salvo el cuadro, lo empieza siempre por el fondo para irle añadiendo capas de sueños, su material pictórico por excelencia.; tal vez por ... eso pinte a la luz de la noche, que no produce sombras pero ciega.

Así es el Autor, así se lo monta… Pasen y vean.